En Septiembre 2017, se realizó la segunda cosecha en los viñedos de Altagracia; fue una cosecha excelente tanto para los tintos como para los blanco. En esta zona, ubicada en Venezuela en el estado Lara, a unos 500 metros sobre el nivel del mar, se presentaron condiciones climáticas muy favorables, con alta radiación solar y luminosidad, calor no excesivo durante el día y noches frescas; lo cual influyó en el logro de una excelente maduración de las uvas, con gran concentración de elementos de calidad, que aunado a un rendimiento moderado, permitió elaborar vinos aromáticos, de gran complejidad y fineza. Las cepas Chenin Blanc y Malvasía Istria, nativas de Francia e Italia respectivamente, cultivadas en esta zona semi árida, fueron las protagonistas en el ensamble final del vino Pomar Blanco Joven.
La vendimia se decidió al obtener el perfecto equilibrio entre los azucares y los ácidos de la uva, acompañado de complejos y deliciosos aromas. El vino blanco obtenido en esta cosecha, se elaboró con una estricta selección de los racimos, seguida de un cuidadoso proceso de vinificación a bajas temperaturas, que permitió extraer de las uvas sus compuestos aromáticos más finos y respetar las típicas características varietales de las cepas involucradas, para obtener un extraordinario y típico vino blanco joven.
Al catar este vino, se observa un bello color dorado muy pálido con tonalidades ligeramente verdosas, que indican su frescura y juventud. Se aprecia un excelente aroma, de buena intensidad, complejo, fresco, típico de Chenin Blanc, con notas cítricas y de frutas de pulpa blanca como la guanábana, aportados por la Malvasía Istria. En boca se siente seco, de buen volumen, untuoso, con una acidez alta, equilibrada y un final muy elegante.
Se recomienda consumirlo frio, a temperatura entre 7 y 8 °C, desde la actualidad que tiene 8 meses de elaborado, hasta estar cercano a sus dos años de vida.
Este vino armoniza perfectamente con pescados en su gran variedad, incluyendo los de piel azul, porque tiene un cuerpo suficientemente estructurado; además con mariscos, moluscos y gran variedad de frutos de mar. Va elegantemente con cualquier tipo de entradas, cremas, pastas con salsas blancas y quesos suaves, además de abrebocas a base de pescado, quesos suaves y los tradicionales tequeños. Es fiel acompañante de Suchis y Ceviches de mediana acidez, así como arroces y paellas.