Juventud, divino tesoro/ te vas para no volver… Manidos versos de Rubén Darío, confesión-despecho de un refinado viejo verde, de allí su cursilería. No fue lo mejor del modernista poeta nicaragüense.
Pero la frase se dignifica para calificar a la vanguardia del movimiento libertario venezolano contra el populismo militarista siglo XXI, dirigido por el general Vladimir Padrino López y su séquito delincuencial que no son cuerpos de seguridad del Estado sino cuerpos represivos del gobierno.
Tampoco hay que hacer demagogia con este mayoritario sector juvenil para que la disidencia política los manipule con fines personalistas, es importante señalarlo. Al margen de sus consignas, gritos, cartelones, signos, simpatía o militancia en organizaciones partidistas, nuevas o viejas, su conducta pasiva y activa, algunos errores justificables por su inexperiencia política, sin duda, son los heroicos protagonistas del ciclo histórico que se abre para la sufrida y durante dos décadas solitaria Venezuela.
¿Qué puede sentir un adulto joven o adolescente cuando lo condenan a un diario claustro militarizado para tortura y muerte, o un futuro encadenado bajo las órdenes de psicópatas uniformados, como fueron los ejércitos fascistas, soviéticos y nazis, y son los de Corea del Norte, Cuba y la Rusia de Putin? Es posible que ni siquiera los conozcan por estudios en aula y/o pantalla digital, pero los perciben y padecen en alma y carne propios la lección más honda, imborrable, que marca su rutina pues ya van dos generaciones venezolanas sometidas al armado voluntarismo autoritario.¿O quien desea ser médico, enfermero, técnico en materias de salubridad y comprueba que este régimen abrió el regreso del paludismo, tuberculosis ,difteria y baila sobre charcos de sangre regada en hospitales transformados en celdas repletas de carencias médicas para emergencia, sanación, alivio de todas las enfermedades y dolencias tradicionales o adquiridas por hambruna y desnutrición? ¿Para qué cursar Derecho, Ciencias Económicas, Ingeniería, Farmacia, Humanidades, Psicología, pilares principales de una institucionalidad democrática si la revolución criminal destruye sus bases? Y ¿el agricultor, ganadero, pequeño y mediano gerente de la industria manual, pesquera, gráfica, pare usted de contar, si el futuro es un cuartel de espionaje en cada esquina de su parroquia, ciudad y cárcel nacional total?
Permanece en las calles la juventud venezolana no oficializada en colegios, universidades, milicias y otros organismos militarizados de represión oficialista. No es casual que Elías Jaua presida el Ministerio de Educación y la farsa de una constituyente comunal; desde muy joven es gran experto en maniobras encapuchadas, bombas molotov, incendio de cauchos y autobuses del pueblo. Puede que se pierda el año escolar por estados de excepción o sitio, suspensión de garantías, decretos sobrevenidos de vacaciones adelantadas para congelar las calles, pues el país educativo suma casi cinco millones entre alumnado, pedagogos y obreros. Pero eso es parte de su enorme aporte .Preferible sacrificar un año de escolaridad en todos los niveles a perder el país. La comunidad menor de 30 años de edad, concientizada a golpe y porrazo, asfixia, balas, cárcel para torturas y cien tumbas entre el año 14 y el presente, con miedo, bajo autocontrol, va de frente alta, encarna la furia colectiva, por tantos años retenida.
A esa reserva humana y divinizada en el sufrimiento hay que preservarla por su afán de justa justicia, tenacidad rectitud, fortaleza y dignidad. Silenciada por un tiempo, se fue para sí volver. Y no se oculta tras palacios residenciales ni militares, yacimientos mineros o burocracia narcolavadora.
Se aprende mucho de tamaña riqueza sin precio. No está en pactos de compra-venta.