Existen estímulos que representan un impulso para realizar ciertas acciones y nos invita a proseguir con nuestros propósitos, hasta verlos culminados. Esta disposición que demostramos es la motivación que representa la voluntad traducida en acciones para conquistar las metas, lo cual está determinado por la capacidad manifestada por cada uno para alcanzar una aspiración.
La motivación es entonces una especie de motor que despierta carácter, firmeza y el atrevimiento necesario para lograr un nuevo objetivo, como resultado del nivel de disposición que tengamos en cuanto a la obtención de ese logro, lo cual sirve de estímulo y lleva a sentirse gratificado con la consecución del mismo. En este sentido, el nivel de implicación que tengamos, el cual se va generando en el camino, nos invita a abrir puertas, a superar obstáculos y buscar un plan de acción a seguir, que nos mantenga enfocados sin perder el propósito de trayecto.
Así, la motivación permite establecer una conexión entre la mente y la voluntad que reafirma la necesidad de realizar el esfuerzo requerido. Cuando estos estímulos nacen de nuestro interior, demostramos actitud positiva para seguir adelante, la cual depende de nosotros mismos y genera automotivación, para hacernos responsables de los logros alcanzados. De esta manera, reconocemos las fortalezas y limitaciones propias, buscando contrarrestar las debilidades para avanzar.
En este sentido, la ambición, la actitud y el positivismo son factores inherentes al individuo, que lo lleva a demostrar que es capaz de cumplir sus objetivos, de ser los primeros, de tener disposición favorable ante los obstáculos y contar con una creencia firme sobre nuestra capacidad para desplegar las habilidades propias, la tenacidad y el estado de ánimo, para alcanzar la meta.
Además, existen factores externos que influyen en el grado de motivación. Estos estímulos también son relevantes, pues, aunque no dependen de nosotros y no los podemos controlar, siempre son bienvenidos, como, por ejemplo, el reconocimiento laboral obtenido con base en logros profesionales, nos invita a seguir adelante dando lo mejor de nosotros mismos.
Es importante entender que la motivación consiste en esos estímulos que nos llevan a actuar para lograr las metas propuestas, los cuales pueden provenir de factores internos o externos que, sin duda, influyen en nuestros deseos por superar obstáculos, mantener el positivismo necesario para proseguir con nuestro propósito hasta lograrlo.