En el posdebate del martes en la noche en Televisa, Aurelio Nuño intentó corregir mi dicho, y desmentirlo, en cuanto a que José Antonio Meade, como secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex en 2010, había avalado un contrato con la empresa brasileña-mexicana Braskem, socia de la empresa brasileña Odebrecht, que había sido cuestionado por dos miembros del Consejo de Administración de la empresa. Dijo que en 2010 Meade no era secretario de Energía. Y Nuño tenía razón. Me equivoqué: la fecha correcta era 2011, es un error innegable, no sé si tan grave, sobre todo si se toma en cuenta que todo lo demás que afirmé ahí era absolutamente correcto.
El 29 de abril de 2011, se reunió el Consejo de Administración de Pemex convocado por el consejero presidente José Antonio Meade. Todos los datos siguientes constan en el acta 827 de dicho consejo de administración. Entre otros temas, tuvo lugar en el punto III.6 la propuesta del Comité de Estrategia e Inversiones sobre el proyecto Etileno XXI. Se planteó ahí que en una reunión del Consejo de Administración de febrero de 2010 se recibió la petición de analizar el proyecto Etileno XXI y este se turnó para análisis al Comité de Estrategia e Inversiones de la empresa. Sin embargo, y cito el acta 827, “algunos comentarios de los participantes en la sesión que se deben destacar son los siguientes: a) el Consejo de Administración de Pemex es el responsable de la conducción estratégica de Pemex. Este proyecto tiene implicaciones estratégicas de alto impacto, sin embargo, el contrato NO se presentó al Consejo de Administración de Pemex ni se ha discutido la estrategia de largo plazo para Pemex Petroquímica (PPQ). b) Etileno XXI se presenta como un contrato de suministro cuando es realmente una decisión con enormes impactos estratégicos, lo cual representa una omisión de la administración”. Después de una discusión viene un largo comentario del consejero Rogelio Gasca Neri al proyecto Etileno XXI sobre todos estos temas cuestionando el conjunto del proyecto.
Sin embargo, tanto el director general de Pemex en ese momento, Juan José Suárez Coppel, y el presidente del Consejo, José Antonio Meade, junto con el abogado general, no aceptaron los comentarios de Gasca Neri y se adoptó una resolución que básicamente avaló lo que se había hecho anteriormente. En otras palabras, se avaló “que no existía ninguna obligación de presentar el contrato de suministro al Consejo, por lo que ese instrumento se había desahogado en los términos de la normatividad vigente”. Es decir, se avaló en su totalidad la decisión tomada previamente argumentando que no existía la necesidad de presentar el contrato al Consejo y no que el contrato era bueno o malo para Pemex, ni mucho menos que los cuestionamientos de fondo de Gasca Neri tenían validez. Es decir, se dio una resolución formal y leguleya a una objeción de fondo.
Todo esto para decir que toda la historia de Odebrecht, Braskem, Meade y Pemex, a través del proyecto Etileno XXI, no ha sido explorada suficientemente a pesar de los artículos aparecidos en la revista Proceso el 3 de junio, y de Javier Risco en El Financiero el 6 de junio. Hay mucho más que explorar ahí, solo se ha tocado la punta del iceberg. Es muy probable que esto no se pueda investigar antes de las elecciones del 1 de julio, pero es muy probable que alguien sí lo investigará después y que habrá responsables.