La conciencia común del partido, identificado con el Estado, o con la raza, o con la nación, o con la Jerusalén proletaria, y su destino biológico se convierten en la regla suprema del bien y del mal, de lo verdadero y lo falso. Que el principio rousseauista desemboque, de transmutación en transmutación y por un proceso en cierto modo continuado, en la sociolatría comunista, o por una especie de vuelta atrás reaccionaria, en la estatolatría totalitaria, tiene por término último la entera descomposición de la autoridad como principio moral en favor del poder absoluto como fuerza coercitiva. A medida que la anarquía devora la sustancia de la autoridad, la máscara del poder se vuelve la realidad única.
J. Maritain - Democracia y autoridad.
Desde lo más alto del poder político, Nicolás Maduro y sus panegíricos podrán seguir adulterando la realidad del país en cadena tras cadena de radio y televisión, o desde el mal llamado sistema de medios públicos con Venezolana de Televisión (VTV) a la cabeza, afirmando que ellos representan al chavismo. ¡Pues, no! Ellos solo quedaron como la bazofia política de un resquebrajado proyecto que se hundió en el averno de la corrupción, la delincuencia, la ineficiencia, la traición y el totalitarismo: el madurismo.
Desde diversos medios la cúpula madurista se rasga las vestiduras, diciendo que son “chavistas” intentando manipular el discurso político, económico y social a través del pensamiento del fallecido líder, cuando jamás se asemejan a Chávez. O sea, conjugan la vacuidad porque en sus mentes no existe la libertad del pensar, y peor, hundieron sus sentimientos (si alguna vez los tuvieron) en el excusado de la historia.
Quienes se quedaron defendiendo a las crápulas del poder político se convirtieron en un putrefacto dintel con la lectura de inri en su interior (sin hacer alusión a los términos del cristianismo) cuando hablan a un pueblo sobre sus “éxitos” en acciones de gobierno.
Ahora bien, ¿por qué ocurren estas cosas? Es simple. Quienes apoyan a Maduro desde la cúpula que lo conforma en lo más alto del prostituido Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sufren de una bradifrenia permanente. No tienen capacidad de respuesta cuando existen hechos y pruebas irrefutables. Por ejemplo, el hecho de ver manifestantes y ciudadanos cruzando el Guaire para evadir los excesivos gases lacrimógenos, no generó desde el gobierno ni una sola palabra de condena, sino por el contrario, desde lo más alto del poder se exaltó y multiplicó entre ellos la frase “al Guaire lo que es del Guaire”, lo cual además de ser evidentemente despreciable por la denigración humana, es un reconocimiento de incapacidad que tiene este gobierno por sanear lo que desde hace muchos años sigue siendo la letrina urbana que atenta contra el “ecosocialismo” de la capital del país. ¿Es o no tal declaración una prueba de bradifrenia?
Durante el gobierno madurista mueren en máxima agonía, muchos compatriotas al no encontrar los medicamentos para calmar sus dolores, o tener que ver desde un “hospital” o la destruida red de lo que una vez se llamó “Barrio Adentro” cómo los médicos no tienen ni siquiera una solución fisiológica, gasa o curita para enfrentar los mínimos sufrimientos o heridas de un paciente.
El madurismo se convirtió en la industria más grande de los beneficios para una jerarquía en desmedro de la inmensa mayoría de venezolanos. Los hijos de sus cúpulas estudian en las universidades más prestigiosas del mundo, especialmente de Europa o Estados Unidos, mientras los hijos del pueblo deben conformarse con ir a una “Misión Sucre” de la cual solo le quedó el nombre porque hasta eliminaron las carreras de Educación y Derecho. Asimismo, las universidades nacionales han sido ahogadas en sus presupuestos para que no existan líneas de investigación, nuevas carreras, ni proyectos conjuntos de desarrollo integral por el país; verbigracia, se busca su destrucción, sin comprender que esa destrucción es la muerte educativa de un país.
El madurismo se hace llamar “chavista”, pero donan 500.000 dólares para la toma de posesión del gobierno capitalista e imperialista de Donald Trump, y luego sus defensores ante lo evidente quedan en afasia, porque esa es la única dialéctica que les acompaña, aquella que se disuelve entre la mentira y el silencio, es decir, no tienen ninguna verdad que decir al país y ante el mundo, porque la única verdad se manifiesta ante el rechazo gigantesco de un pueblo que pide a Maduro su salida inmediata del poder.
Pero la más horrenda y perversa manipulación del madurismo es haber llevado a Venezuela hasta lo más ardiente del infierno, cuando millones de compatriotas han sido subyugados por el hambre y la miseria, y el gobierno con infaustas “tarjetas de la patria” o entrega de “cajas” o “bolsas” de comida, conformadas por unos pocos enlatados, granos y harina, pretende manipularlos en el plano político. En otras palabras, el madurismo pretende exigirle a ese pueblo mitigar su inanición a cambio de su “voto” en cualquier proceso electoral, el cual sabe que en este momento tiene perdido, y por ello, niega a ese pueblo la posibilidad de ir a elecciones, hasta tanto consideren que pueden dominar a una parte importante de las masas con su necesidad vital de comer, lo cual hace de este gobierno un conjunto de seres abominables en su concepción “humana”.
Hay que dejar claro que el supuesto llamado a una “constituyente” que haría Maduro como salida ante la crisis, solo tendría como finalidad ganar tiempo y anular de facto la realización de elecciones regionales (vencidas) y municipales, porque el Consejo Nacional Electoral tendría una “excusa justificada” para dedicarse a un “proceso electoral”, en este caso, una eventual Asamblea Nacional Constituyente (ANC), razón por la cual la misma solo sería posible en términos de paz, si su “convocatoria” no suprime los eventos electorales pendientes, es decir, las elecciones regionales (vencidas) y municipales.
Maduro al utilizar la ANC como una táctica electoral la misma terminaría realizándose, en el mejor de los casos hacia finales de 2018; verbigracia, hasta las elecciones presidenciales quedarían anuladas. O sea, Maduro, prefiere jugárselas todas en un solo evento, que ir en elecciones separadas, en las cuales sabe que serían derrotados inexpugnablemente. Por ello, una ANC en este momento solo sería viable después de los comicios por realizar. Lo contrario sería terminar de implosionar al país, porque su “convocatoria” no sería para solucionar la crisis política, sino para eliminar las salidas electorales. Es decir, se utilizaría la Constitución con una naturaleza sui generis para evitar el derecho al voto contra un presidente y un gobierno ampliamente rechazados por la población.
El pueblo enfrenta la podredumbre del madurismo en el terreno que sea, terreno que mientras nosotros lo enfrentamos diariamente con dificultades amparadas por la inflación, la escasez, la delincuencia o la persecución política, ellos lo “enfrentan” como una burguesía, como una casta llena de privilegios, dinero y lujos generados por la más rancia acción del saqueo a las arcas públicas y violación sobre las normas y disposiciones constitucionales.
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