Las madres del J. M. de los Ríos han protagonizado una historia de lucha y coraje en Venezuela. Mujeres aguerridas, valientes, revestidas del amor incondicional que siente una madre a la hora de proteger y defender la vida de aquel niño o niña que sintió en lo profundo de su ser durante nueve meses. Son ejemplo de resistencia y resiliencia. No abandonan nunca la lucha por el derecho a la vida de sus hijos, los cuales están sufriendo los embates de esta grave emergencia humanitaria compleja. Ellas son capaces de superar toda la adversidad que las rodea para levantarse con más fuerza.
La situación del Hospital J. M. de los Ríos, de referencia nacional para la atención pediátrica, es cada vez más dramática. No obstante, ninguna especialidad, tanto médica como quirúrgica, se escapa de esta grave crisis. Las limitaciones se acentúan cada día que pasa para la atención oportuna en los diferentes servicios de hospitalización, emergencia, terapia intensiva, unidad de hemodiálisis, oncología, hematología etc. En fin, la violación sistemática del derecho a la salud y a la vida de los niños que se atienden en el J. M. de los Ríos y en el resto de los hospitales del país que tienen atención pediátrica es algo propio e innato de este régimen oprobioso e indolente.
Una de las situaciones más dramáticas en los actuales momentos es la de 30 niños que están a la espera de un trasplante de médula ósea y que son atendidos en el servicio de hematología del J. M., 20 de los cuales están en una condición de riesgo extremo si no reciben el trasplante a corto plazo. Están afectados por enfermedades como leucemia linfoblástica aguda, leucemia mieloide aguda, aplasia medular y otras, por lo que dicho trasplante es imperativo.
A través de un convenio con Petróleos de Venezuela y mediado por la Fundación para el Trasplante de Médula Ósea, estos niños iban a ser trasladados a Italia en diciembre de 2018 para ser trasplantados; sin embargo, de manera sorpresiva y abrupta, dicho traslado fue suspendido por la empresa petrolera estatal aludiendo como motivo principal el bloqueo que se le impuso porque iba a financiar este operativo. A partir de este momento se reagudiza la angustia y la desesperación de las madres de estos niños, quienes a través de testimonios valientes que dieron a la opinión pública a comienzo del pasado mes mostraron lo cruel e inhumano de quienes lastimosamente llevan todavía las riendas del poder en nuestro país.
Fuimos testigo de las vivencias de tres valerosas madres cuyos hijos integran la lista de estos 30 niños afectados. Ellas manifestaron de manera concreta que se han dirigido en muchas oportunidades a las autoridades competentes sin obtener respuesta y que no consiguen los medicamentos que se necesitan para manejar las complicaciones de la enfermedad de base. Asimismo, informaron que cada día es difícil tener acceso a las transfusiones de sangre y plaquetas, las cuales son necesarias para mantener a sus hijos estables. Ellos tienen que ser sometidos a pruebas especiales, las cuales son muy costosas y no disponen de los recursos para realizarlas. Varios de los niños se han contagiado con Hepatitis C derivada de haber hecho transfusiones sin una apropiada serología. Cada día que pasa sus hijos se complican y les invade la angustia y el miedo de que fallezcan si no se llega a efectuar el trasplante de médula ósea en el tiempo requerido.
Esto es parte de lo que contaron sobre su día a día para tratar de mantener a sus hijos con vida. Sin embargo, no puedo dejar de nombrar a aquellas madres de los niños del servicio de nefrología, en cuya unidad de hemodiálisis hubo un brote infeccioso y fallecieron algunos de los que estaban siendo tratados; ni las de los niños con cáncer y los que están hospitalizados en el servicio de oncología. Mujeresaguerridas que hacen lo indecible por el derecho a la vida de sus hijos. Incluso, aquellas madres que tristemente han perdido a su niño siguen luchando al lado de la prestigiosa organización Prepara Familia para tratar de evitar ese gran dolor a otras que se mantienen en esta lucha de manera perseverante.
Las madres del J. M. son ejemplo de valentía, fuerza, resistencia y resiliencia, al igual que el resto de las madres del país. Como manifesté al comienzo de este artículo, ellas ya escribieron una página en la historia y gracias a su lucha en la Venezuela secuestrada por un régimen inhumano muy pronto se rescatará el derecho a la salud y la vida de todos los niños, que son la generación del futuro.