El pintor y escultor español Pablo Picasso dijo: “Se necesita mucho tiempo para llegar a ser joven”, frase que marcó la planas de la historia y que tiene mucho significado. A pesar de que la juventud sea una etapa de nuestras vidas, siempre seremos jóvenes; jóvenes que expresarán sus ideales sin importar lo que piensen los demás, jóvenes que lucharán por lo que anhelan hasta lograrlo. Ser joven es ser soñador, luchador e irreverente.
En el mundo, el liderazgo de nuevas generaciones ha cambiado la cotidianidad de nuestros días. Hemos logrado cambiar nuestra manera de pensar, nuestra imaginación no tiene límites, tenemos la capacidad de innovar y desarrollar nuevas teorías que hacen de nuestra edad la mejor de todo nuestro ciclo.
El ser joven no es nada fácil, las decisiones que tomemos son las que marcarán nuestra vida para bien o para mal. Pasamos por etapas de rebeldía como la pubertad, en la que podemos errar y al mismo tiempo decir que estamos en lo correcto. Todos los que ya hemos pasado por allí quizás nos reímos de cualquier barbaridad que cometimos o nos lamentemos de algún error difícil de corregir.
Aun así, ser joven en Venezuela es más difícil de lo que se piensa; debemos tomar decisiones como estudiar o trabajar para ayudar a nuestra familia. Darse un lujo como ir al cine es casi imposible; quienes dependemos del salario mínimo debemos decidir entre sacar la guía de matemática o pagar la renta de nuestro móvil y así ver unas clases por Youtube. En nuestro actual entorno solo vemos despedidas, lágrimas y abrazos, que deseamos que perduren por siempre, pues a la gran mayoría de nosotros nos ha tocado despedir a un familiar que solo se lleva consigo un par de maletas, el corazón arrugado y la esperanza de lograr sus sueños.
Los venezolanos han sido reconocidos en el mundo como una de las migraciones más calificadas y preparadas de América Latina. Su creatividad y emprendimiento supera en muchos casos las expectativas de los países donde se radican, destacando por su talento, originalidad y profesionalismo. Tal es el caso de cientos de jóvenes talentosos que han emigrado y lograron su sueño, jóvenes como Jasna Vellovic de Pittman, quien ha estado involucrada como investigadora científica para la NASA. También es el caso de Hugo Cuenca Reggeti, un chamo venezolano de 14 años que diseñó un navegador móvil llamado PrivatBrowse. Recordemos también que Venezuela logró otro Récord Guinness en 2015, cuando más de 100 chocolateros, pasteleros, cocineros, bomboneros y voluntarios crearon la moneda de chocolate más grande del mundo, hecha completamente con cacao venezolano y con un peso de 874 kilos en total.
Hay jóvenes que se fueron llenos de desesperanza y otros que nos quedamos a luchar contra la desesperanza que se vive en nuestras universidades. Incluso, los liceístas ya no evalúan estudiar una carrera universitaria, lo catalogan como una pérdida de tiempo y cuando les preguntas qué harán después de recibir su título de bachiller, su respuesta es emigrar hacia el sur del continente.
Quienes nos quedamos en el país seguiremos luchando hasta verlo libre, no podemos seguir permitiendo que un grupito rompa los sueños de millones de jóvenes. Nuestro principal deber es formarnos, no podemos encabezar una lucha libertaria con cabeza hueca, debemos tener propuestas innovadoras que transformen esta tragedia en progreso, que sean propuestas ejemplo al mundo del surgimiento de una nueva nación. Quienes nos quedamos no podemos abandonar a nuestros hermanos que han sido encarcelados por encabezar esta lucha de ideas y principios, nuestro deber es seguir sus pasos, aprender de sus errores y lograr liberarlos. Quienes nos quedamos no podemos formar parte de la política que negocia y vive de este sistema, nuestro deber es demostrar que somos jóvenes venezolanos de principios, que tenemos la moral en alto y jamás traicionaremos a todos esos jóvenes que fueron asesinados por luchar y creer en la Venezuela de oportunidades; es nuestro deber en cada paso firme que damos honrar sus nombres, su muerte jamás será en vano.
En esta patria que nos vio nacer quiero progresar; al mismo tiempo quiero ver el retorno de todos mis familiares y amigos, quienes estoy seguro de que regresarán. Hoy pongo toda mi juventud, esa que no volverá y que estoy dispuesto a sacrificar, en conquistar #LaMejorVzla. Esa Venezuela de oportunidades, esa Venezuela productiva, esa Venezuela en donde cada niño pueda ir a la escuela y no tenga que tomar la dura decisión de abandonarla para trabajar. Quiero aportar un camión de arena para ver que esta hermosa tierra bendita por Dios sea una nación ejemplar, que en nuestras universidades no se discuta a qué país tendremos que huir, sino que se den debates de altura sobre proyectos que nos llevarán a ser uno de primer mundo. Lucharé para que nuestra única diferencia como hermanos venezolanos sea un partido Caracas-Magallanes. Lucharé para que la política que se viva sea de altura, en la que las mejores propuestas de trabajo venzan las mediocres, con las que quieren seguir humillando al venezolano por una caja de comida. Seguiré poniendo toda mi voluntad en mi país porque yo creo en él.
“Seguiremos luchando contra las adversidades #DeCaraAlPaís”.
@FreiderGandica
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