Sigue siendo parte importante del debate político venezolano la defensa de la soberanía nacional; es el argumento estrella del discurso antiimperialista, desarrollado por el madurismo, meditado y expuesto por los herederos de Hugo Chávez comandados por aquel al cual él señaló para ungirlo en la patriótica tarea de llevar el barco de la República a buen puerto.
Sin embargo, los resultados no han sido los mejores, más allá de los trucos, trampas y falsificaciones, los resultados están a la vista, resultan absolutamente inocultables, las políticas públicas en las diversas materias que demanda la administración estatal, como son la multiplicidad de servicios que deben ser atendidos, se encuentran en franca bancarrota.
Un ejemplo muy visible es la destrucción del transporte y las comunicaciones, tanto por mar, aire o tierra, comenzando por la seguridad vial en las carreteras, hasta la cantidad y calidad de las unidades, la provisión de los recursos en piezas y partes indispensables para su funcionamiento, todos esos diversos aspectos del problema están en franco y amplio deterioro, el acceso a ellos se encuentra profundamente limitado, porque no existen en el mercado o porque su costo es inalcanzable.
Un problema de dimensiones similares está dado por la desorganización y desmantelamiento de la estructura sanitaria nacional, sometida a toda una política liquidadora que comenzó por la creación de una red paralela, a la cual se privilegió, olvidando, ignorando y saqueando la organización originaria, construida durante medio siglo, tomando como la motivación principal del esfuerzo la erradicación del paludismo y el control de las enfermedades infecciosas y parasitarias.
Síntesis que podemos resumir una vez más en la inhumana contracción que ha sufrido la calidad de la alimentación de nuestros compatriotas, millones de venezolanos comen dos veces diarias y unos cuantos millares una vez al día, tendencia y realidad que no hace otra cosa que crecer, generándose un acelerado regreso al pasado en la materia nutricional con la aparición de un terrible flagelo, la tuberculosis. ¿Entonces Vladimir Padrino?, ¿esas son las realizaciones de las FANB acompañando al PSUV en la delicada y exigente tarea de defender la soberanía?, con ese balance no puedo evitar la expresión de “no me defiendas compadre”.