El 30 de agosto de 1821 fue aprobada la Constitución Política de la República de Colombia en la Villa del Rosario de Cúcuta, población fronteriza entre la antigua jurisdicción del Virreinato de la Nueva Granada y el de la Capitanía General de Venezuela.
Luego de 5 meses de trabajo los 57 diputados que iniciaron sesiones el 6 de mayo de aquel año, junto con unos pocos más de los 95 que se habían inicialmente elegido para conformar el Congreso General de Colombia, redactaron el texto fundamental, el pacto constitutivo, de la nueva gran República de la América del sur que en aquellos momentos aún luchaba en distintos frentes para expulsar a las fuerzas monárquicas españolas que se resistían a este cambio político.
De igual manera, tal cual fue aclarado en el preámbulo del texto constitucional, Colombia no solo significó la creación de un nuevo Estado independiente que integraría a Venezuela, la Nueva Granada y en un futuro cercano a la Presidencia de Quito también, sino que se constituyó en un caso paradigmático de integración voluntaria de distintos pueblos en una sola nación. Reza en el preámbulo de este documento lo siguiente; “En ella encontrareis que sobre la base de unión de los pueblos que antes formaron diferentes estados se ha levantado el edificio firme y sólido de una nación…”.
La redacción de la Constitución de Cúcuta fue la continuación del proceso de creación de Colombia que promovió el Libertador de Venezuela Simón Bolívar. Desde el año 1812, este había visualizado que sin la unión de esfuerzos y recursos de la Nueva Granada y Venezuela no se podría lograr el objetivo supremo de expulsar a los monárquicos españoles de estos territorios y consolidar posteriormente la tan anhelada independencia.
En el Congreso Constituyente de Venezuela reunido en la población de Angostura del Orinoco a partir del mes de febrero de 1819, Bolívar propuso la unión de los estados de la Nueva Granada y de Venezuela considerando razones de tipo militar, estratégicas y de proyección internacional que garantizarían la obtención de la independencia. El 17 de diciembre de este mismo año se sancionó la Ley fundamental de Colombia, base jurídica de la nueva República. En el artículo 8° de la ley se estableció la reunión de un Congreso a partir del 1° de enero del año de 1821 en la población de la Villa del Rosario de Cúcuta, por ser la más apropiada por su ubicación para facilitar la asistencia de los diputados elegidos para la magna tarea de desarrollar la Constitución que conformaría y daría sustento al nuevo Estado.
En los 191 artículos que tuvo la Constitución de Cúcuta se establecieron los principios y lineamientos esenciales que servirían del sustento a Colombia. Sobresalieron entre estos el sistema de gobierno popular y representativo como base política de la República. Se asentó, a pesar de muchas posiciones en contra, el sistema centralista de organización estatal y el presidencialista como forma de gobierno para garantizar la unión y fortaleza del Poder Ejecutivo en pos de asegurar la integridad territorial y la seguridad del Estado. Lo anterior fue un imperativo sostenido por el Libertador durante su accionar político, pues siempre manifestó su desacuerdo con el sistema federal de organización del Estado al que culpó de la pérdida de la primera fase de la independencia de Venezuela durante el año 1812 al propiciar la dispersión de recursos y la división en regionalismos en detrimento de la necesaria unión.
La Constitución también presentó innovaciones en materia educativa, suprimió el tribunal de la inquisición, garantizó la libertad de imprenta y de expresión del pensamiento, la supresión progresiva de la esclavitud, el derecho al voto de los mayores de 21 años que supiesen leer y escribir, la división del territorio en departamentos, provincias, cantones y parroquias. El Poder Ejecutivo sería ejercido por un presidente y un vicepresidente, quienes durarían 4 años en sus funciones. Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander fueron los elegidos para ocupar respectivamente estos cargos.
El 6 de octubre de 1821 Simón Bolívar en su condición de presidente de Colombia sancionó la Constitución. Por múltiples razones, entre las que sobresalieron las dificultades para ejercer el gobierno por la continuación de la guerra de Independencia en los territorios de Venezuela, Quito y el Perú, así como por las dificultades logísticas y comunicacionales que significó integrar una población tan dispersa en un inmenso territorio que no contaba con carreteras y medios de comunicación eficientes, la precariedad económica generada por la falta de recursos en la hacienda estatal para el funcionamiento de la administración, los conflictos entre parcialidades políticas y otras más, la constitución política de Colombia no logró sus propósitos y no subsistió más de una década.
En 1828, luego de la fallida Convención de Ocaña, se otorgaron poderes especiales al Libertador que dejaron sin eficacia a este pacto constitutivo del Estado. Sin embargo, a pesar de su corta vigencia, la Constitución de Cúcuta debe tenerse como un referente histórico de la voluntad política existente entre aquellos líderes para integrar en un solo Estado tres repúblicas distintas y, lo más importante aún, por haber sido un precedente universal de integración y unión voluntaria de pueblos para conformar una nueva nación, Colombia.
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