La hiperinflación llegó al insoportable punto en el que el salario integral que gana 80% de los venezolanos apenas alcanza para cubrir las necesidades básicas de un solo día al mes, y eso que no hemos tocado fondo. La situación se deteriora día a día.
Bastó que Maduro y su desgobierno interviniera el cono monetario y el efectivo se convirtió en otra mercancía más: escasa, cara e inaccesible para la mayoría. Tan grave es la penuria del efectivo, que cualquier producto o servicio tiene tres precios que se incrementan por modalidad: uno con pago con billetes nuevos, otro con pago con “el duro de matar” billete de 100, y otro con punto de venta o transferencia. Ni hablar de tener que pagar hasta 150% del valor del efectivo para quien tenga necesidad y urgencia de obtenerlo.
Mientras todo esto ocurre a pasos agigantados, muchos de los dirigentes de la «oposición» andan de vacaciones por el mundo. Carecen, tanto de la visión, como de la sensibilidad para apercibirse de la gravedad de la situación de millones de venezolanos, de todos los estratos quienes ruegan por salidas urgentes e impostergables.
El hecho de haber aceptado posponer “el diálogo”, y con él, el canal humanitario para el 11 de enero; es la lamentable demostración de lo que afirmo. Hasta “cadáveres insepultos” (al decir de Rómulo Betancourt) sufren del escrache de venezolanos indignados en Miami.
Comenzando el año 2014 desde Unidad Visión Venezuela venimos insistiendo que el hambre no espera por diálogo; que tampoco esperaba por revocatorio, ni elecciones. Porque el hambre tampoco se va de vacaciones. Vaya irresponsabilidad de esa dirigencia que se quiere seguir abrogando una representación que no le pertenece y que no la merecen. Así que ya no es solo la falta de coherencia entre lo que dicen y lo que hacen estos voceros, sino que además con hechos concretos como estas “vacaciones colectivas” que ahora disfrutan, demuestran que no saben la magnitud de las carencias y necesidades del pueblo, que pretenden representar.
En otro ámbito de lo sociopolítico, el gobierno ya lleva prácticamente el mismo número de detenidos que los que ha liberado hasta la fecha. Pero con la salvedad de que los nuevos privados de libertad ya no son ni presos políticos, ni “políticos presos” -que es lo mismo- sino producto esta vez de las nuevas protestas populares, ya no por razones políticas, sino por el hambre generalizada existente y que cada día se agrava.
Ante esta situación, el gobierno ciego e indolente responde «con todos sus equipos de inteligencia», «con todas las fuerzas especiales» y con «todas las tropas de acción rápida», frente «a los grupos violentos». Es decir, en vez de responsables respuestas, lo que promete es “mano dura” y “poder de fuego” frente a la masas hambrientas. Ya la FANB no está para proteger al pueblo, sino para matarlo a tiros. Quienes reclaman comida comerán plomo, al decir del irresponsable presidente y sus insensibles adláteres civiles y militares.
Y no solo es comida, medicinas, gas, gasolina, agua y servicio eléctrico lo que reclama la colectividad; también protestan frente al engaño del voto fiado, por bonos, perniles o juguetes. La compra del voto es despreciable práctica desde los orígenes de la democracia. No obstante, es la primera vez que observamos que quien pidió y recibió votos fiados hoy son amenazados con cárcel, muerte y más hambre.
Con el socialismo castro-chavista-madurista nos han caído “las 7 plagas de Egipto”, agravadas y en simultáneo, o adaptándolo al presente podríamos decir que nos cayeron las 7 plagas de la revolución.
@omaravila2010