Apóyanos

Las estrategias de Guyana

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Presidente de Guyana, Irfaan Ali

Mientras Venezuela levanta las banderas de la diplomacia de paz, Guyana se aprovecha para burlarse y agredirnos en la ONU.

La impertinente intervención del presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, en el LXXVII periodo de la Asamblea General de las Naciones Unidas requiere de un detallado y profundo análisis léxico y direccional; más que un comunicado versallesco, dirigido al presidente de la excolonia inglesa, no como ciudadano, sino como súbdito de la corona inglesa, al recibir órdenes de Buckingham y del número 10 de Downing Street,  despacho oficial de la primera lord del Tesoro y primera ministro del Reino Unido, Elizabeth Truss, ex Secretary of State for Foreign, Commonwealth and Development Affairs”.

El súbdito inglés en su truculenta intervención pretendió confundir a la escasa audiencia presente en la sala general de la ONU, con un muy bien estudiado final, casi teatral de su discurso. Según estudios dirigidos a condicionar a una audiencia, el momento más apropiado son los dos últimos párrafos, de modo de dejar sembrado en el subconsciente de la audiencia, el mensaje central de su intervención; en este caso, el tema del Esequibo.

El presidente Irfaan estratégicamente al final de las 14 páginas de su discurso, en la penúltima página agradece «a quienes ya han expresado su apoyo para nuestra candidatura a miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU”, lo cual representa una velada advertencia, debido a que desde el Consejo de Seguridad se eligen los miembros de la CIJ y Guyana, ya teniendo dos jueces por la vía de Ad hoc, se anota otro tanto con un miembro no permanente dentro del Consejo de Seguridad. La excolonia habilidosamente se presenta como un país pobre e indefenso ante un país como Venezuela, acusándola de ser una nación grande, todopoderosa y rica, la cual con “su reclamo” desde hace más de un siglo, intenta “quitarle” tres cuartas partes de su territorio”; cuando todos los indicadores económicos, incluida la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, proyectan que el PIB de Guyana se expandirá 52% este año, el más alto de la región, con un ingreso per-cápita 11.040.71 dólares el año pasado.

Habiendo sembrada esta advertencia de su ingreso en el Consejo de Seguridad, entra directamente en el tema de la reclamación del Esequibo. Para su defensa, hace ver su demanda ante la CIJ como una cuestión de soberanía e integridad territorial. Es así que la plantea en forma sibilina, como una cuestión de integridad, la cual intenta hacer creer a la audiencia, que Venezuela trata de arrebatarle a su país parte de su territorio, cuando es todo lo contrario, al haber sido Venezuela despojada de 159.400 km2 por el Tratado de Washington de 1897, el Laudo Arbitral de 1899 y las líneas fraudulentas del cartógrafo Schomburgk

Al final de esa misma página (13) acusa de ser impugnada y  amenazada, por Venezuela, cuando es Guyana, desde su independencia, de mantener un enfrentamiento ideológico y político con Estados Unidos, para cambiar de posición luego de los descubrimientos petroleros y gasíferos en la zona en reclamación. A continuación señala que Venezuela representa una amenaza, siendo todo lo contrario. En el pasado cuando Guyana obtuvo la independencia, Venezuela le apoyó y reconoció su emancipación y no tuvo objeción de que se incorporara a la OEA, cuando  pudo objetar su ingreso debido a la Carta de la OEA en su artículo 146, el cual establece que “el Consejo Permanente no formulará ninguna recomendación ni la Asamblea General tomará decisión alguna sobre la solicitud de admisión presentada por una entidad política cuyo territorio esté sujeto, total o parcialmente, a litigio o reclamación entre un país extra continental”  como lo es Inglaterra.

El presidente de Guyana deliberadamente olvida que cuando se dio el alzamiento separatista del Rupunini, Venezuela se mantuvo neutral, no interviniendo militarmente, solo por razones humanitarias, le dio acogida a los líderes del alzamiento.

El señor Irfaan no considera como una provocación de su gobierno y de las transnacionales las penetraciones e incursiones del buque hidrográfico Teknik Perdana (octubre de 2013), usado por la petrolera estadounidense Anadarko Petroleum Corp en labores de exploración; de la penetración en aguas soberanas del Ramform Tethys; Delta Monarch y el Thor Magni en 2019, en violación de nuestra aguas soberanas y del Acuerdo de Ginebra y la detenciones de miembros de la ONG Mi Mapa en Eterimba acusándolos de incursores por el general y ex presidente David Ranger.

A la luz de los hechos se pudiera preguntar ¿quién amenaza a quién? cuando Guyana ha firmado varios acuerdos de cooperación militar; con el almirante de la Marina de Estados Unidos Craig S. Faller, comandante del Comando Sur de Estados Unidos en enero de 2021; y a principios de septiembre pasado, la recién designada Jefe del Comando Sur, la general Laura Richardson reafirmo el apoyo de Estados Unidos a Guyana para el fortalecimiento de la cooperación en materia de seguridad. Todos sabemos que ese apoyo es una simple mascarada para prestar la ayuda militar en caso necesario; que lo digan Israel y Ucrania.

Para concluir el  presidente Irfaan afirma: “Nos mantenemos comprometidos al máximo con todas las herramientas diplomáticas para el arreglo pacífico de controversias; sin embargo las violaciones de Guyana, al Acuerdo de Ginebra; las advertencias veladas con su ingreso al Consejo de Seguridad; la inclusión por detrás de la puerta de jueces en la CIJ y la firma de varios Acuerdos de cooperación militar con un doble propósito, contradicen su compromiso con el uso de las herramientas diplomáticas, de la carta de las Naciones Unidas y del Acuerdo de Ginebra como ruta para solucionar el despojo de que fuimos objeto en 1899 con el Laudo de París y los manejos tras bastidores que hoy hacen Guyana, Inglaterra y las transnacionales.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional