COLUMNISTA

El gran papel de los papás

por Arminda García Arminda García

Se puede decir que ser papá representa un gran compromiso, pues no se trata solamente de cuidar a los hijos, sino que, además, es importante brindarles la debida protección, la educación que requieren, así como la orientación necesaria para que se formen y desarrollen como individuos sanos, rectos, íntegros, equilibrados y con excelentes principios. Las exigencias de los hijos son diversas y cambian a lo largo de las distintas etapas de su vida, pues son evolutivas. Por esta razón, los padres deben contar con suficiente capacidad para dar respuestas y satisfacer sus necesidades según cada fase de su desarrollo.

Los hijos requieren hoy más que nunca la orientación del papá, pues su presencia tiene un impacto positivo en su desarrollo como persona. Generalmente, el amor del padre se demuestra a través del esfuerzo y los sacrificios que manifiesta, así como mediante su sentido de cooperación en su crianza, sus demostraciones de afecto, ayudándolos en sus necesidades tanto físicas como emocionales y sociales. Por otro lado, compartir tiempo de calidad, realizar actividades provechosas y mantener conversaciones sobre sus inquietudes son maneras de construir vínculos duraderos en sus vidas.

En este sentido, existen algunos valores que por tradición han sido asumidos por los papás, como la autoridad y la disciplina, basado en el papel que debe ejercer como cabeza, dentro de su jerarquía familiar. También es verdad que los modelos sociales arraigados le atribuyen cumplir con el control de los asuntos económicos, desempeñar su papel de proveedor de la familia, supervisar los resultados académicos, así como establecer las normas y los límites. Sin embargo, es importante guardar un equilibrio con aspectos como la comunicación, la confianza, el apoyo emocional, expresiones de cariño y mayor implicación en su formación.

Finalmente, es importante que los papás ayuden a sus hijos a sentirse apoyados manifestándoles que pueden creer en sí mismos y que tienen suficiente potencial para alcanzar sus metas con el respaldo de sus padres. Para lograr ese fin es vital consolidar una relación cercana y estable con el padre, pues esto tiene una influencia favorable en ellos, ya que sus demostraciones ayudan a formar su identidad con base en el modelo que proyectan. Por eso, cuando el padre dedica tiempo y escucha a sus hijos, se crea una excelente conexión emocional, se sienten valorados y tomados en cuenta.