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Por José Pino
El imaginario que representa acabar con la pobreza y la exclusión social, desde las inmensas posibilidades que ofrece el turismo como alternativa de desarrollo, requiere la trasformación de las relaciones de producción capitalista. La construcción de este nuevo modelo se fundamenta en la emergencia de nuevas relaciones humanas que solo pueden nacer a partir de la transformación de la conciencia social, siendo imperioso desarrollar nuevas formas de apropiación social y comunitaria.
La formación turística comunitaria, en su integralidad, es esencial para que la gente en la comunidad organizada haga uso de su rol para el desarrollo humano sostenible local, pero se hace necesario que lo haga de manera consciente en su participación activa, consolidando su rol protagónico sustentado en el desarrollo de una conciencia social. Fundamentada y reflexionada en la priorización y valorización de lo diverso, particular y autóctono y que, al ser objeto de configuración turística, nos representa en nuestro modo de ser y vivir; por tanto, nos incluye por ser sus autores y gestores.
El encuentro democrático crítico reflexivo como expresión comunitaria y como acción estratégica en la generación de ideas para el cambio social, en el acontecer humano, vincula la posición ontológica del sujeto, con la comunidad en la que la subjetividad en el horizonte vivencial corresponde a la configuración del ser y se manifiesta de manera discursiva producto de las intensas vivencias humanas.
La subjetividad es significativa para emprender acciones protagónicas de convivencia turística comunitaria, pues implica emancipación fundamentada en el desarrollo de la conciencia social. La subjetividad gira como orden ontológico en la identificación de perspectivas teóricas, de conocimiento sustentado en el acontecer socio histórico cultural, en la deshumanización de la convivencia humana, en relación con la formación turística comunitaria con conciencia social.
Una concepción de inclusión y transformación enraizada en una concepción “otra” de desarrollo turístico y formación debe tener un contexto social en la problemática histórica y cultural de nuestras comunidades y debe corresponder a una historicidad comprometida, como bien expresa Giroux (2004) con una teoría de la educación ciudadana, que debe combinar la crítica histórica y la reflexión crítica, con la acción social.
La participación y el protagonismo local son esenciales para el establecimiento de la conciencia social en la que el diálogo comunitario posibilita la emancipación y liberación para la construcción teórica que sustente la formación turística comunitaria para la transformación social, por lo cual es evidente identificar ¿desde qué perspectiva teórica se abordará tal planteamiento temático? desde la orientación no formal representada en la educación popular vinculada con la integralidad del ser humano para su desarrollo sostenible en una sociedad democrática, participativa y protagónica que a través de la educación y el trabajo en las comunidades construirán el cimiento para la transformación social, con base en la creación colectiva desarrollando un pensamiento crítico unido al hecho sociocultural y su simbología, en el marco libertario soberano de creencias y costumbres en la búsqueda de una nueva estructura de conocimiento para la formación turística.
En la educación popular converge el interés ciudadano. Entonces: ¿cómo la educación popular se constituye en una vía para la formación de una conciencia social, de arraigo turístico apuntalada en principios democráticos, participativos y protagónicos? Se constituye en una vía cuando desde el tránsito no formal de la educación es una opción para solucionar la problemática social que es común a la organización comunitaria, de allí el estudio de los movimientos sociales y otras instancias de organización popular.
Es necesario indagar sobre la organización comunitaria que emerge en espacios abiertos; es así cómo la fuente de inspiración investigativa nace en el contexto socio-histórico comunitario en Venezuela y su vinculación con la actividad turística empresarial a través de la organización comunitaria.
La crítica social en torno al turismo, como expresión moderna capitalista y excluyente de lo diverso y lo local, permite formular el propósito de la investigación en el devenir de la nueva concepción de la formación turística comunitaria como plataforma para el desarrollo de una conciencia social; emancipadora fundada en la educación popular, como proceso intersubjetivo y crítico en la construcción de una propuesta teórica basada en la denominada conciencia comunitaria.
Los espacios comunitarios se deben constituir en ámbitos de debate reflexivos en espacios abiertos desde los cuales se debe emprender la transformación social, a través de la organización comunitaria del sistema productivo en su visión de desarrollo humano y cultural, fortalecido con la capacidad creadora y emprendedora de la comunidad.
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