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Firmantes en Dominicana

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1.- El Partido Stalinista Uniformado de Venecuba (PSUV). De cero credibilidad, pues por 20 años viola sistemáticamente la Constitución venezolana que hizo a su medida en 1999. La anula por medio de reglamentos sobrevenidos, sufragios fraudulentos y una constituyente ilegal. Representa 12% de la población votante, que para su CNE fuera de ley incluye cerca de 2.500.000 empleados públicos sometidos al carnet de la patria, un cartón sustituto de la cédula de identidad que permite a sus esclavos portadores malnutrirse sin proteínas con bolsas clapistas, a su vez otro gran negocio del régimen al importar alimentos con ganancias en comisiones exorbitantes para su bolsillo. En esa gigantesca masa de sometidos al terror militarista y en los cuadros militares medios está la clave de la potencia ciudadana que pudiera expulsar a los mandatarios desde una huelga general indefinida capaz de paralizar totalmente a lo que resta de país y generar una transición hacia comicios democráticos. Pero los escasos gremios y sindicatos están bajo el pánico de la represión brutal muy conocida ya por sus matanzas a quemarropa, tortura, prisión y despidos. A esa delegación le falta al menos un miembro del generalato chavista (dos mil y tantos), principalísimo soporte de la tiranía. Solo asisten civiles pero no cívicos, autores y actores delincuenciales de la ruina material y moral que hoy define al país como el criminalmente más corrupto, inseguro y enfermo del continente latinoamericano, a la par o por encima de Haití. Firman para esperar el alza de los precios petroleros conservando su trono minero. Después, si te he visto no lo recuerdo.

2.- La ex mesa unitaria de partidos políticos democráticos llamada MUD, grupos dispersos sin programas ni doctrinas actualizadas que los distingan, tribu de muchos caciques y pocos indios que con fines electoralistas reunió a voceros de varias organizaciones opositoras antiguas y nuevas. Luego de dos décadas disfuncionales con logros numerarios, promesas incumplidas, sacrificios de toda una generación joven y fracasos rotundos producto de inmadurez no admitida, ignorancia, complicidad oculta o manifiesta y discapacidad estratégica contra las trampas divisionistas del totalitarismo, hoy está deslegitimada por la ilegítima constituyente oficialista para concurrir a sufragios. Tampoco tiene la mayoritaria militancia, simpatía ni confianza de 80% de la sociedad disidente y victimizada a la que de paso no se le informa ni consulta previamente sobre el contenido de un acuerdo eventual que se firmará esta semana en la isla dominicana. Si acaso se le promete fecha decembrina para una votación presidencial ya perdida mientras la hambruna, el hampa y las pestes acaban con los despojos de la clase media y los sectores más desamparados, en especial sus niños. Consignan sus nombres para mantener liderazgos parciales y cargos inútiles.

3.- Los garantes de esa firma son: Nicaragua y Bolivia, enriquecidos y mejorados a costa del empobrecimiento venezolano, expertos en pasarse por el forro sus leyes que prohíben reelecciones presidenciales. Y los cancilleres de Chile y México, a quienes con respeto cabe preguntarles hoy jueves 4 cuando se redacta esta nota: ¿firmarían una negociación para sus países si el gobernante de turno fuera un activo Pinochet criminal golpista o, al estilo del peligroso modelo colombiano, con el terrorista narcopoder superior que asesinó a los estudiantes normalistas en Ayotzinapa, entre innumerables delitos?

Es que Venezuela, ahora muy pobre pero sin dudas heredera millonaria, es la más deseada y malquerida del continente por imperios y gobiernos de casi casi todo el planeta.

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