Antes de entrarle a lo medular de nuestra idea y objeto del artículo, deseo facilitar algunos datos y estadísticas generales sobre el tema de bienes raíces en el sur de Florida, destino predilecto de una amplia porción de nacionalidades, inversionistas y lavadores de capitales.
Cifras de asociaciones inmobiliarias muestran que en 2014 en Miami-Dade el precio medio de una casa unifamiliar era de 250.000 dólares y para 2015 subió a 282.000. Quiere decir que el pie cuadrado era de 1.000 dólares para comprar en Coral Gables, Coconut Grove y Miami Beach.
Otro dato interesante, pero asociado a las edades, es que los mayores de 55 años poseen 53% de las viviendas en propiedad en esa región y no están dispuestos a vender; y el segmento de 18 años a 34 años en Estados Unidos tiene serios problemas para poder acceder a una vivienda en propiedad.
A nivel de ventas, en los primeros seis meses de 2015 se vendieron 7.100 unidades unifamiliares, lo que en comparación con el año anterior, cuando se cerraron contrataciones de 6.543 inmuebles, representó un crecimiento de 8,5%. También en 2015 se transaron 14.600 unidades y en 2016, 13.521. Se adiciona, además, que año tras año aumentan de manera sostenida las construcciones y, obviamente, los precios de venta promedio. Otra cifra importante es que la tasa anual de ventas en esa nación es de 5 millones de unidades y su precio promedio –solo de casas usadas (junio 2015)– es de 236.400 dólares.
Ahora bien, entrando en este festín inmobiliario, el liderazgo político y sus conexiones con el régimen chavista poseían inmensas fortunas con las cuales eran (y son) muy dados a comprar viviendas de manera masiva. Un mercado muy atractivo para invertir y centrifugar esas fortunas.
Por ello, durante años en Venezuela se realizaron muchísimas ferias y exposiciones de los nuevos desarrollos en Florida, sin contar las participaciones individuales privadas de realtors y desarrolladores inmobiliarios. Fiestas, saraos, nada que envidiarle a las fashion week de las principales ciudades de la moda. Vitrinas y espacios en las instalaciones de los hoteles 5 estrellas en Caracas y en otras ciudades del país. Se sentía el poderío con sus marquesinas, decoraciones, brindis, cotillones y catálogos promoviendo cada uno sus productos, que incluían también Nueva York, República Dominicana y Bogotá.
Corría el licor, suites privadas para ofrecer a precisión las virtudes de cada localización ofertada. Mostraban su musculatura y grandeza por los metros cuadrados de cada expositor. Te cortejaban. Sabían, olían que los visitantes mayoritariamente eran conectados y funcionarios de la casta chavista. Había fuerza en esas chequeras. Conocían que la botija estaba llena, explotaba en dólares, podían vender y cerrar operaciones como chorizos. Cuentan que cada propiedad costaba 400.000 dólares, mínimo.
En los reportes por nacionalidad en ese mercado los venezolanos están en primer lugar como compradores –imbatibles– seguidos de los brasileños, argentinos y franceses. En todos estos años los venezolanos –con el perfil descrito– se adueñaron cada vez más de este sector y continúan teniendo la supremacía. Llevan diez años aproximadamente dominando el mercado del sur de Florida. Los reportes muestran que 80% de las compras fueron en efectivo y cerraban las operaciones con 50% del valor transado como depósito inicial, según datos e informes de agrupaciones que reúnen a los realtors y constructores.
Desde el segundo mandato del presidente Obama, cuando empezaron las sanciones contra funcionarios y algunos allegados a la corte chavista, las autoridades han informado que en la confiscación de activos e inmuebles a cada uno de ellos les congelan mínimo cuatro o seis viviendas majestuosas. Eso nos lleva a la conclusión de que siempre las ventas fueron en combos y por docenas. Solamente han tocado la dermis del negocio, dicen otros. Falta mucha tela por cortar en este festín; los realtors y desarrolladores imaginamos que tienen información privilegiada de este fashion mayamero. Ha sido algo más de una década en esto; son miles de millones de dólares. Venezuela se posicionó en el mercado de transacciones internacionales en Florida con ese 14% en esta rumba de bienes raíces. #AsiDeSencillo.
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