Hoy leí unas declaraciones del Sr. Servando Carbone, dirigente sindical venezolano, en las cuales se denuncia el conjunto de abusos cometidos por el gobierno en este nuevo plan de “recuperación económica”. En ellas se identifican numerosas violaciones de la contratación colectiva, “ignorando” incluso aspectos consagrados por la legislación internacional.
Detenerse en todos y cada uno de ellos es imposible en un artículo de opinión, por lo que solo me detendré en algunos aspectos que me resultan preocupantes. El primero de ellos es el señalamiento que el Sr. Carbone hace sobre la elaboración de los planes económicos, pero muy particularmente sobre la materia del trabajo, en la cual el gobierno elabora y toma decisiones al margen de un extraordinario instrumento como es la tripartita.
Es absolutamente imposible en una sociedad capitalista como la nuestra pretender construir soluciones económicas exitosas, al margen de acuerdos consensuados entre estos tres sectores, el gobierno, los empresarios y los trabajadores organizados, factores determinantes en el proceso productivo venezolano, y es esa falla, esa fractura, una de las causas más importantes de los sucesivos fracasos en el campo de la economía de la nación.
Otro aspecto crítico es la continuidad del fenómeno de la pulverización del salario como consecuencia de la hiperinflación, porque de nada valen los aumentos si unos días después el incremento del ingreso es devorado por el salto con garrocha que se produce en los precios de los bienes de consumo familiar y hogareño, generando una enorme angustia y rabia creciente frente a quienes se jactan de conducir acertadamente la República, situación que nos ha conducido a salarios miserables, incluyendo la nueva cesta ticket que el presidente propone, condiciones que no han cambiado.
Y el tercer aspecto que me preocupa es la relación tan abusiva, ilegal y antiobrera que el gobierno madurista hace de sus deberes de respeto para con la contratación colectiva de los trabajadores nacionales, castigando el principio de la progresividad de los beneficios de los trabajadores, conquista extraordinaria alcanzada por el movimiento obrero venezolano.
Razones expuestas que permiten pensar que no solo la ignorancia priva en las decisiones del Ejecutivo para con la economía y el universo del trabajo, sino que subyace la intención de arrinconar y disminuir derechos y espacios de sectores indispensables para la prosperidad de la sociedad, conducta profundamente equivocada que de seguir su curso deteriorará nuestra productividad aún más, multiplicando la pobreza, las migraciones y la violencia entre nosotros.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional