COLUMNISTA

El escenario por venir

por Avatar EL NACIONAL WEB

La gravedad de la situación del país nos debe obligar a todos a abandonar, aunque sea por momentos, la estrechez de miras –esa que no va más allá de cálculos mezquinos de intereses particulares– para levantar la vista y prepararnos para los escenarios que se nos avecinan.

Si intentamos un ejercicio, solo con fines didácticos, de separar sus elementos principales, el escenario por venir en las próximas semanas se presenta con las siguientes características.

En primer lugar, la crisis económica y social será con mayor fuerza la gran protagonista, producto de la estupidez del gobierno en insistir con medidas que solo agravan tanto los problemas macroeconómicos como la tragedia cotidiana de los venezolanos. A esto se suman sus dificultades para conseguir financiamiento externo, debido a su tozudez en querer imponer una ilegítima “constituyente” que no es reconocida ni fuera ni dentro del país.

En segundo lugar, se avecina el reforzamiento de una nueva estrategia de contención represiva, a través de la espuria ANC, con la excusa cínica de la defensa de la soberanía, y por medio de la cual se piensa perseguir y castigar con la amenaza de “traición a la patria” cualquier señalamiento a la corrupción de la oligarquía madurocabellista o cualquier acción orientada a la superación de las penurias de los venezolanos. Esta contención represiva se expresará, adicionalmente y de manera particular, a propósito de las elecciones regionales del 15 de octubre, mediante intentos de inhabilitación de candidatos, eliminación discriminada de centros, corrupción electoral generalizada e imposición de condiciones ilegales para obstruir la expresión popular de cambio.

Un tercer elemento del escenario que se nos aproxima es un seguro aumento de la conflictividad social (acompañado o no de protestas masivas), producto del inevitable agravamiento de la crisis económica, más las razones estacionales propias del último trimestre del año, principalmente el reinicio de las actividades estudiantiles y el aumento de las necesidades de consumo.

Frente a esto, veremos a un régimen limitado solo a correr la arruga, incapaz de resolver ninguno de los problemas de los venezolanos, y que va a privilegiar mantenerse en el poder antes de generar gobernabilidad. De hecho, el gobierno es tan débil que solo está allí, aferrado con las uñas al poder, escondido detrás de una tanqueta, pero sin controlar ningún proceso económico o social. Se mantiene en el poder y reprime, pero ya no gobierna.

Ante la segura agudización de la crisis, y la pérdida progresiva de su ya endeble respaldo popular, el régimen intentará una estrategia de radicalización y represión selectiva con fines disuasivos, que le permita “protegerse” de eventuales compromisos que se vería obligado a negociar con la oposición, producto de la enorme presión externa que la Mesa de la Unidad ha logrado construir sobre la dictadura.

Como todo escenario, y más en uno de equilibrio inestable como el que se aproxima, existen elementos condicionantes que inciden en su evolución y desarrollo. En nuestro caso, hay cinco variables claves: el resultado de las elecciones regionales del 15 de octubre, el fortalecimiento de la relación MUD-país, el estado de las tensiones internas en las estructuras de apoyo del régimen (especialmente la estructura militar), los efectos de la presión internacional sobre la conducta del gobierno y la viabilidad de una negociación MUD-régimen sobre la realización de elecciones presidenciales y la construcción de una solución política a la crisis.

Cada uno de estos cinco condicionantes claves constituye a su vez un área específica donde la Mesa de la Unidad y el país deben desarrollar una estrategia inteligente y sistemática de incidencia. En la medida en que nuestras acciones afecten o repercutan favorablemente en estas cinco variables claves, el difícil escenario que se nos viene podrá ser enfrentado con el éxito necesario para convertirlo en el preludio de eventos que nos acerquen a la meta del cambio político. Ese es el reto.