COLUMNISTA

El pánico de las conspiraciones

por Víctor A. Bolívar Víctor A. Bolívar

No nos detendremos en determinar el gran perjuicio e incertidumbre que ha propiciado la erosión institucional de convivir puertas adentro con dos presidentes deslegitimados, ambos en origen o ejercicio. En el ámbito internacional, esta situación semejantes casos por las ficciones que los generaron y también por sus resultas, ha tenido preocupantes repercusiones que se han acentuado recientemente.

Es impactante que una especie de sinergia en sus mandatos haya desplegado un menú de opciones a tomar por muchos países y organismos internacionales. Ese abanico de opciones de respaldo y desconocimiento,  ambivalencia y neutralidad, contribuye a una mayor incertidumbre en el plano internacional. Bien entendemos que los apoyos de los países, en general, son determinados por sus respectivos intereses económicos o geoestratégicos.

En este terreno el régimen siempre ha contado con la ventaja del ejercicio real del poder.  Lo ha hecho valer de manera sostenida y sin ningún tipo de escrúpulos, desde torpedear la precaria unidad de una oposición secuestrada por el G4, minándoles sus ya exiguas organizaciones políticas, hasta llevarlos al grado de postración en el que se encuentran. Basta ver las pocas muestras de opinión que en el país se exhiben.

Al día de hoy, el cuadro no puede ser más deprimente. El mismo G4 se presenta liderando la modalidad de una plataforma con el agravante de que internamente esa unidad se está viniendo a menos cuando de viabilidad del interinato se trata. Luego de cuatro años de estar usufructuando ese poder, el desplante del apoyo de mas de 60 países no tiene lugar, como tampoco el manejo del gobierno interino por la comisión delegada de la Asamblea Nacional del G4 que hoy quiere sacudirse de responsabilidades en el manejo de Monómeros, Citgo y los recursos que Estados Unidos le han hecho llegar para el “fortalecimiento de la democracia” en Venezuela. Lo cierto es que ya parece ser que se trata de un G3 que también quiere deslastrarse de Guaidó y su partido. Tal vez el tema candidatural con sus pujas y forcejeos lo explique.

Dos dirigentes de la oposición, que han sido señalados como fuentes de información a CNN, afirman que Estados Unidos reconocería a Guaidó solo hasta enero de 2023.  No es un hecho aislado si tomamos en cuenta que en el memorando de entendimiento firmado en México en agosto de 2021 se designó a la oposición como Plataforma Unitaria y se omitió la mención al gobierno interino de Juan Guaidó.  Por su parte, tal vez por la misma vía, el  Financial Times, señaló que ese plan contaría con el beneplácito de tres de los cuatro principales partidos de oposición: Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo.

Las conversaciones que hasta ahora se han llevado a cabo solo dejan una mayor incertidumbre en lo que se debe hacer. Un Guaidó a la defensiva, sosteniendo que su mandato debe estar vigente hasta que haya elecciones libres, no se corresponde con aquella de quienes que están haciendo lobby en Washington. De inmediato, Estados Unidos terció en el asunto y manifestó salomónicamente que seguirían apoyando una salida democrática para el país.

La gran interrogante es que de no seguir con el apoyo al gobierno interino, qué hará Estados Unidos ¿apelar a la neutralidad? ¿Apoyar a Maduro, si éste se cuenta y sale victorioso en otras elecciones cuestionables por anticipadas, 2023? Este último supuesto pareciera el menos deseado pero el mas probable porque se estaría legitimando Maduro en su origen.

¿Dejarán los sedicentes líderes de la oposición que esto suceda? Todo parece sugerirlo en un país en el que no hay capacidad de respuesta ni propósito de enmienda que los lleve a corregir el rumbo. Parece que más importa una encarnizada pelea por la candidatura  y el método de escogencia que intentar ponerle fin al drama de un país que se desvanece en una diáspora que hoy pareciera ser fundamental en términos electorales.  Preguntamos si se trata de una permanente confabulación o conspiración contra los venezolanos.

El adelanto de las elecciones presidenciales (incluso previas a la escogencia del candidato opositor),  el mar de fondo candidatural y la posición que pueda tomar Estados Unidos, generan más que inquietud, pánico.

@vabolivar