El mundo ve con asombro, dolor y una inmensa rabia las imágenes de una dictadura inhumana, ruin e indecente Nadie en su sano juicio comprende cómo puede oponerse un ser humano a recibir ayuda humanitaria para sus compatriotas y, menos aún, destruirla y quemarla. La actuación revela su compromiso con “la muerte” y es el retrato fiel de un régimen “descuajeringado”, como bien lo definió una de las integrantes de las miles de “asociaciones diaspóricas”.Con su intervención la dictadura coloca el debate político sobre la situación venezolana, nacional e internacionalmente, en otro tablero: el de quienes defienden la muerte y el de quienes promueven la vida.
Nuevamente se confirma la estrecha relación entre socialismo y muerte, entre socialismo, escasez y racionamiento: la gran hambruna y la revolución cultural China, con decenas de millones de muertos, o los socialismos soviético y cubano, que convirtieron el racionamiento en forma de vida. En Venezuela ha creado la mayor tragedia humana y, como consecuencia, el mayor éxodo registrado en Latinoamérica.
La primera de las imágenes, camiones cisterna llenos de gasolina, colocados en medio del puente de la frontera colombo-venezolana, con el fin de impedir el paso de la ayuda humanitaria. La segunda, un camión cargado con alimentos y medicinas incendiado por los representantes del régimen quienes, de este modo, reiteran su compromiso con la muerte. La tercera imagen es la danza macabra del máximo vocero de, afortunadamente, una minoría pírrica, quienes se oponen a la vida.
Los seres humanos, en general, agradecen y aplauden a quienes brindan ayuda; los amigos de la “muerte”, los desalmados, la queman. Por ello se equivocan quienes celebran el acto piromaníaco y además se creen vencedores. Por el contrario, con él sellan su absoluto divorcio de los ciudadanos decentes del mundo y, además, revelan cuánto aborrecen a sus compatriotas, su profundo rencor hacia la vida y su insaciable sed de sangre y destrucción. Han hecho suyas aquellas palabras de Genghis Khan: “Hacer que vean bañados en lágrimas los rostros de los seres que les fueron queridos”.
Alguien dispuesto a asesinar para evitar la ayuda humanitaria deberá preguntarle a Dios si le concede perdón. En la tierra, esas acciones están tipificadas como crímenes de lesa humanidad. Hoy, después de lo visto, personas como Federica Mogherini deben estar pensando muy bien sus próximos pasos, y a quién le presta atención: a quienes defienden la vida y la libertad o a quienes defienden la muerte.
Están llegando a su fin dos décadas oscuras de la historia de Venezuela. Este período rojo-rojito por tanta sangre derramada comenzó con la esparcida en los dos sangrientos y fallidos golpes de Estado del año 1992. A partir de 1998 ha habido un indetenible aumento del número de homicidios y de muertos y heridos a causa de la extraordinaria represión. Sembrar muerte no los ha hecho más fuertes y solo las bayonetas podrán sostener una dictadura “descuajeringada”. Hasta los familiares de los dirigentes de la dictadura a la que idolatran y financian, presienten que la “manguangua” tiene fecha de expiración.
Es preciso reconocerlo, la dictadura socialista venezolana ha establecido un nuevo récord guinnes de devastación y miseria. Afortunadamente no han podido aniquilar lo medular, el know-how y el compromiso de los venezolanos con el país, la democracia y la libertad. Y mira que han hecho lo imposible: adoctrinamiento, hegemonía comunicacional, expropiaciones, trueque de comida por votos, represión, cárceles, hostigamiento, persecución, diáspora, etc. Ese proyecto no ha podido doblegar la voluntad de los venezolanos. Tras cada acción de la dictadura un nuevo distanciamiento de los ciudadanos, de su know-how y de su corazón.
Sus competencias y habilidades y sus ansias por recuperar al país son armas mucho más poderosas que las bayonetas que dan sustento a la dictadura. La decisión de los venezolanos de recuperar un país “vuelto leña”, en términos coloquiales, se sobrepone al ilimitado afán de destrucción y muerte del régimen. Lo que han tocado no admite diagnóstico sino autopsia: CNE, Sidor, Venalum, Salud, Educación, usted escoja.
Como sabemos, el conocimiento y las competencias producen al régimen una alergia total y por esa razón estaban estructuralmente incapacitados para establecer puente alguno. Hoy, con el nuevo gobierno, el diálogo y la participación, se abre de par en par esta posibilidad. Comienza una nueva etapa en la cual todas las voluntades, las de dentro y las de la diáspora, sumadas, sin exclusión, podrán iniciar el proceso de recuperación y mejora de la calidad de vida de los venezolanos.
Ya la diáspora ha propuesto la creación de una institucionalidad ágil y flexible con la cual potenciar el trabajo adelantado en los últimos años, por parte de las “asociaciones y organizaciones diaspóricas” , con el oojeto de contribuir a la recuperación del país. Con ésta se persigue sentar las bases para atender a la nueva realidad, más de cuatro millones de venezolanos esparcidos por el mundo, para sacar el mejor provecho de la energía humana, aquella que hace grande a un país.
En este proceso la diáspora y los organismos empresariales tienen reservado un importante papel. El foro mundial de migraciones ha identificado la estrecha relación entre diáspora y emprendimiento: 40% de las 500 grandes empresas de Fortune han sido creadas por migrantes. Los datos de nuestro estudio confirman la elevada presencia de emprendedores y trabajadores en la diáspora venezolana. Ello facilita la internacionalización y transnacionalización de las empresas.
El perfil de la diáspora y el papel que puede desempeñar reclama la presencia del sector privado en la institucionalidad responsable de la relación con ella. Esto favorece un diálogo público-privado que cual trasciende e incluye a los partidos políticos y la Asamblea Nacional e incorpora a las representaciones nacionales, regionales y sectoriales del empresariado (industria, comercio, servicios, sector agrícola). También es preciso contar con la presencia de la representación de las universidades, la banca, la cultura, etc. El propósito de la institución es propiciar la creación de un entorno más adecuado al desarrollo de la actividad privada, de manera presencial o virtual.
En Latinoamérica se adelantan iniciativas emprendedoras incluyentes. En ellas participan emprendedores y trabajadores del país de acogida conjuntamente con integrantes de la diáspora venezolana. Esfuerzos e iniciativas pueden proliferar y multiplicarse haciendo realidad la máxima “la diáspora no es el problema, es parte importante de la solución”. Estamos en presencia de una enorme posibilidad de diseñar políticas e instrumentos destinados a promover y facilitar el emprendimiento. En este terreno la participación del sector privado resulta clave, ya que está mejor preparado para hacer posible la conversión de los proyectos emprendedores en negocios reales.
El tema migratorio y el de la movilidad ocupan un lugar privilegiado en la agenda internacional y regional. De los centenares de millones de migrantes en el mundo, más de 200 millones son trabajadores y emprendedores. La declaración de Nueva York sobre refugiados y migrantes y el reciente acuerdo global, establecen un marco útil para orientar el tratamiento de la migración en el mundo y en este ámbito Latinoamérica está dando un gran ejemplo.
La agenda de trabajo es muy amplia. Son abundante los temas pendientes. Por ejemplo, modernizar el sistema de remesas para mejorar la calidad de su impacto en el desarrollo o la creación de mecanismos de financiamiento innovadores. Hay muchas otras áreas, como proveer servicios de entrenamiento a migrantes calificados y, a los de menor calificación, formación en línea, servicios de atención, incentivos para la inversión directa de la diáspora y de las empresas transnacionalizadas, etc.
Es preciso pensar en iniciativas globales y regionales destinadas a favorecer la creación de empresas y la contratación de personal para, de este modo, suplir las carencias y vacíos de competencias y habilidades en empresas, sectores, regiones y países.
Latinoamérica recibe a la diáspora venezolana con una perspectiva que supera la visión estrecha de seguridad fronteriza, privilegiando los derechos humanos de los individuos. Las nuevas iniciativas jerarquizan las alianzas entre empresas e instituciones, el mercado laboral y la integración regional. La región es consciente de que el empleo tradicional ha sido desplazado por la nueva realidad de la empresa y el intercambio global. Expresión de ello son empresas como Amazon, Uber, Cabify, la empresa virtual, etc. El diseño institucional reconoce esta necesidad. Abandonamos el modelo de la muerte del socialismo del siglo XXI para poder ingresar al siglo XXI haciendo frente a las nuevas realidades y desafíos, desarrollando las nuevas competencias, los nuevos modelos de empresa y trabajo.
@tomaspaez