COLUMNISTA

Desarrollo individual

por Arminda García Arminda García

Hablar del desarrollo y del crecimiento de las personas es hacer referencia a esos aspectos  relacionados con las capacidades y destrezas que ayudan a tomar ventaja de las oportunidades y a enfrentar los problemas con cierta habilidad, para encararlos de manera adecuada y así superarlos exitosamente. En este sentido, se pueden considerar acciones que ayuden a fortalecer el potencial  de cada uno, para de esta forma impulsar el valor del  individuo como miembro de la sociedad y elevar su nivel como ser humano.

Sin duda alguna, si se establece un plan de desarrollo personal que guíe el camino, esto ayudará a lograr un avance considerando todos los factores de la vida, desde el punto de vista familiar, profesional, espiritual, condiciones  físicas, entre otros. La intención es prosperar en cada uno de estos aspectos para consolidar la calidad de vida necesaria. Por eso es importante realizar este análisis a manera de introspección, que permita encontrar respuestas, para así plantear los pasos que se deben seguir y contar con proyectos claros.

Una vía para contribuir con este fortalecimiento es dedicar tiempo en sí mismo, desarrollando el crecimiento interior, así como buscando el bienestar necesario tanto desde el punto de vista individual como para el entorno. De igual manera es importante, además, conocerse muy bien internamente, de forma que se logre identificar si existe autolimitación o bloqueos que puedan llevar a la persona a paralizarse y no actuar porque no cuenta con la convicción suficiente para seguir adelante.

Por otro lado, el poder de la mente es un aliado definitivo en este propósito, pues, establecer ideas positivas, realizar un análisis para determinar las decisiones más favorables y acertadas, sin dejar de lado la intuición personal, ayudará en el proceso para el logro de estas metas. Está demostrado que cuando el individuo piensa en grande se abren las barreras, se rompen los límites, construyendo anclajes internos poderosos, pues el poder de la mente ayuda a mantener el control de la vida, del destino personal, manteniendo una convicción positiva.

Se puede decir entonces que el desarrollo del individuo está directamente relacionado con el crecimiento, con el cambio humano, que se consolida a través de un proceso de transformación de las personas, que tengan la determinación, que tomen decisiones y actitudes adecuadas, adoptando  nuevas formas de ver la vida. Estas acciones deben estar acompañadas de un pensamiento optimista, pues el esquema mental influye definitivamente en el deseo personal de superación, de tomar iniciativas, de actuar y asumir los retos que las metas significan, pero que a su vez se retribuirán en resultados satisfactorios.