Las inmemoriales riberas de mi Delta prenatal
Se dilatan en la espesura intangible de los recuerdos
Decrépitos de mi infancia abortada por la decrepitud
De mis huesos de fluvial incandescencia de náufrago
En el mar de mis sargazos
Yo era una borrosa grafía ininteligible que dibujaba
Trazos de angustias en la tela acuática de mis sueños
Clausurados por la vida errante de beduino sin desierto
Yo llevaba en las inquietas orillas de mi Nilo interior
Barcos tristes y endebles que se estrellan contra los
Arrecifes de mi Scila y Caribdis
En mis días y noches interminables de ajenjo y licores
Irresponsables de suicidios juveniles bogaba hacia no sé
Qué soles preteridos y escanciaba con mis ojos todos los
Crepúsculos de los confines del mundo.