La patria territorial se defiende con armas bélicas solo cuando un enemigo extranjero en la frontera, o infiltrado en su entraña, pretende agredirla y someterla mediante guerras, guerrillas, leyes apócrifas, invasión oculta por contrabando y comercio ilegal con drogas vegetales, minerales, o ambas.
La matria, explicaba el tan necesario y siempre presente Juan Nuño, es cuestión de amor-vientre que nutre orgánica y moralmente desde la concepción misma, embarazo, parto, crianza y, por el resto de la existencia, una farmacia siempre de turno para preservar la integridad y salud de lo concebido.
Esta Venezuela tiene sus mandamientos matriarcales .A saber:
1.-Resistirse al mal evidente –las cúpulas que usurpan el poder–. Lo contrario causa injusticia letal.
2.- Intentar negociación y hasta un arbitraje al surgir los primeros síntomas de peligro para la frágil criatura engendrada en su matriz y en las ajenas.
3.- Concientizar a la familia inmediata y al entorno sobre el deber específico de cada quien para lograr su desarrollo normal y sano.
4.- Manifestar abiertamente peticiones concretas de cambio para transformar o crear un nuevo sistema de convivencia social.
5.- Emitir un ultimátum al oponente en el trono, luego de varios fallidos intentos para ser entendidos y acatados.
6.-Tomar medidas organizadas para boicoteos, huelgas parciales y totales.
7.- No cooperar ni colaborar políticamente con las autoridades en el poder.
8.-Desobedecer todos los reglamentos y las órdenes ilegales o sobrevenidas.
9.- Crear instituciones definidas por la carta constitucional natal, o conservar, a todo costo, las que desacatan o modifican el sistema legal establecido en los principios de su partida de nacimiento.
10.- Desafío total fundando un gobierno paralelo.
Si al llamado Alto Mando castrense, que ha resultado muy bajo, con sus acólitos locales, cubanos, iraníes y otras calañas, les parece que esta cartilla muy graduada y clara, es terrorista, subversiva y merece juicios militares ya mismo, se les recomienda conocer por Internet a un tal señor Gandhi.
Porque este catálogo es una adaptación al día de su triunfal doctrina por los derechos humanos llamada Desobediencia Civil, aplicada en la sometida India contra el poderoso muy blindado imperio colonialista inglés. Por si no lo estudiaron en sus academias, cuarteles y escuelas para esbirros donde gradúan de criminales a una juventud víctima del despotismo que esta vez no triunfó.
Y en hora buena, el pueblo mismo cambiará ese verso contradictorio del hermoso Himno Nacional de Venezuela por el siguiente: A este santo nombre (Libertad) tembló de pavor/ el vil egoísmo que esta vez huyó.
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