Cuando se analizan los acontecimientos de los últimos 20 años se puede llegar a creer que Venezuela no es más que el cuartel militar de Juan Vicente Gómez.
Esta lúgubre idea surge cuando se consultan los estudios de los politólogos y de los sociólogos que afirman sin ningún rubor que al gobierno de Maduro lo sostienen las bayonetas. Afirmación que choca con otro dato repetido en todos los estudios, 80% y más de la población venezolana aspira a un cambio de gobierno, obviamente a la salida de Maduro del poder. La conclusión más clara es que si 80% de la población vive bajo un gobierno que desea cambiar, pero que está sostenido por las bayonetas, entonces quienes gobiernan en Venezuela son las bayonetas.
Veamos, los datos de la realidad muestran una crisis sin precedentes en el país. La destrucción de más de 50% de la economía, la caída de los servicios públicos, sin electricidad y sin agua potable, la ruina del sistema de salud, nuestros más de 300 hospitales sin recursos, inundados por aguas negras, sin medicinas y sin el mínimo personal médico. Una hiperinflación millonaria ante la cual los aumentos de sueldos lucen ridículos, en el mejor de los casos no sirven para comprar los alimentos básicos de cualquier familia y quizás lo peor, los niños venezolanos en los sectores populares (80% de la población) marcados para siempre por la desnutrición. Hoy 300.000 nacidos en este territorio afronta peligro de muerte por hambre. Estos datos groseramente visibles, inocultables, parecen no tener ninguna fuerza para convencer a las bayonetas de que no pueden cometer un crimen de lesa humanidad contra todo un país manteniendo en el poder, respaldando a un régimen culpable de estos crímenes atroces.
Algunos expertos señalan que las FAN son una corporación indivisible aunque esté constituida por dos segmentos de seres humanos. Aquellos que son culpables de crímenes atroces, de violencia y represión, que no tienen perdón de dios, y otro gran segmento que nunca ha participado en actos violentos contra la ciudadanía, no han tirado bombas contra las marchas, no han disparado en el pecho a los jóvenes opositores, no han torturado, es decir, no se sienten culpable de nada. Se sienten inocentes y dicen no saber nada de lo que pasa en el país, desconocen la desnutrición, los presos políticos, la miseria de los hogares, deben creer que ellos, las FAN, no provocaron esto y por tanto no son responsables de ningún delito.
¿Será esto cierto? Habrá un sector delas FAN culpable de crímenes contra la humanidad del venezolano y otro sector que no tiene nada que ver con la brutal crisis del país. Repiten cada vez que son aludidos por los reclamos ciudadanos su fidelidad a la Constitución. Deben ignorar o no quieren saber que la elección de Maduro violó todos los derechos ciudadanos y que por tanto el pueblo no lo eligió, se impuso con la ayuda de las bayonetas. Algo que sabe el mundo entero y que decidió a más de 50 países del mundo a desconocer su mandato.
Ahora bien, si el país está en crisis total, si el mandato de Maduro es irrito, puede un sector de las FAN ampararse como argumento para respaldarlo, su obediencia a la Constitución. Cuando las FAN declaran esta barbaridad, se borran las diferencias entre los culpables de crímenes atroces y el otro grupo que podemos llamar los indiferentes a quienes no les importa la vida de nuestros ciudadanos y de sus hogares.
¿Se puede legítimamente apadrinar con las armas a un gobierno que ha trampeado las elecciones y que mantiene a la sociedad en agonía, con hambre, represión, cárcel y tortura a los opositores? se puede respaldar un régimen con esta catadura moral y creerse inocentes.
Mucho se ha criticado la oferta de amnistía a los miembros de la FAN, dizque porque no sirve a la mayor parte de las FAN, se argumenta que son inocentes, que no tienen que ser perdonados. Pregunto ¿sostener un régimen criminal con sus bayonetas, no es uno de los peores delitos que se puede cometer? Ser indiferentes ante el dolor humano y respaldar a los victimarios no es acaso un delito, aunque directamente no hayan matado o torturado a nadie.
Este es el gran problema de conciencia para los soldados que se mantienen respaldando al régimen de Maduro. Si son o se creen inocentes están ante el reto moral de optar por los ciudadanos que reclaman una Venezuela gobernada por civiles, fuera del dominio cubano, presidida por el Estado de Derecho, la prosperidad y la libertad.