Tomando en cuenta que alfabetizarse es la base que facilita el aprendizaje y la formación, para de esta manera poder cumplir con el proceso de incorporación de los individuos a la educación, así como permitir su desarrollo individual y social, la Unesco anualmente celebra el Día Internacional de la Alfabetización.
La intención es despertar interés y llamar a la reflexión sobre este aspecto para promover en todo el planeta esfuerzos que permitan cumplir objetivos de desarrollo mediante la formación. Mediante este proceso se abren las posibilidades de obtener la capacidad necesaria para progresar y formar parte activa de la sociedad, forjando una voz propia y definiendo la identidad cultural de las personas.
Investigaciones han demostrado que actualmente la población de jóvenes analfabeta ha disminuido de manera considerable en las últimas décadas. No obstante, todavía se mantiene un gran porcentaje de adultos que aún no han superado esta condición, por lo que quedan excluidos de las diversas oportunidades para progresar, sumidos en situación de escasez y pobreza.
No se debe olvidar que la alfabetización es un derecho humano fundamental que debe ser protegido, pues está vinculado al derecho a la educación, para garantizar en los individuos las nociones básicas que les permita el aprendizaje permanente, así como obtener capacidad para entender su entorno. Este proceso exige del esfuerzo e interés del individuo en dominar la comunicación de manera escrita y leer contenidos con el fin de despertar el análisis crítico.
Se puede decir que contar con la capacidad de la lectura y la escritura es básico para comunicarse a través del lenguaje, lo cual representa la característica más importante para el ser humano y permite plasmar sus pensamientos, así como entender las ideas o contenidos de los mensajes escritos.
Entre las distintas iniciativas que se pueden realizar para apoyar este esfuerzo y combatir el analfabetismo se encuentran: motivar a la comunidad y a la familia para donar libros a centros educativos, crear o participar en clubes de lectura, intervenir voluntariamente en la alfabetización de aquellos que lo necesiten, entre otras acciones.
La lucha contra el analfabetismo debe representar uno de los desafíos más trascendentales en la sociedad actual, y en todas las naciones, pues sin duda da autonomía al individuo para que se convierta en un ciudadano activo, formar parte de su avance y de su transformación.