COLUMNISTA

Christine Lagarde y el Papa ante la crisis venezolana

por Antonio de la Cruz Antonio de la Cruz

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, expuso recientemente que Venezuela para salir de la crisis socioeconómica “necesitará apoyo humanitario, financiero, una completa reanimación del país”. Asimismo, indicó que el PIB se ha reducido 40% durante el período 2014-2018. Además, el FMI pronostica que en los próximos 4 años el PIB tendrá una caída acumulada adicional de 10%, es decir, el PIB de 2022 será la mitad de lo que fue en 2014, de acuerdo con la actual política económica de Nicolás Maduro. Por ello, Lagarde dijo que “Venezuela es la historia más triste del continente americano”, porque la destrucción de la producción de bienes y servicios no tiene parangón en la región.

Por otro lado, el domingo pasado, el Papa en su mensaje pascual y bendición Urbi et Orbi, a la ciudad y al mundo, manifestó su visión para salir de la crisis política y humanitaria que oprime a Venezuela, una “vía justa, pacífica y humana” –a pesar de haber participado en un fracasado diálogo por culpa del régimen–. En cambio, la jefe del FMI no sabe cómo se va a resolver la crisis política en Venezuela.

El Papa hizo hincapié en una salida negociada con un régimen que “más nunca va a entregar el poder político”, según la declaración de la presidente de la asamblea nacional constituyente, Delcy Rodríguez, durante la presentación de la Memoria y Cuenta del Ejecutivo desde el Palacio Federal Legislativo de Caracas hace tres semanas.

José Antonio Gil Yépez et al. plantean cuatro escenarios básicos para la salida a la crisis política venezolana. Los mismos están definidos por la correlación de los factores de poder internacional en el mantenimiento del régimen de Maduro en la Presidencia. Un bloque está definido por Rusia, Cuba, China, Irán y Turquía y el otro por Estados Unidos, Canadá, Europa, Grupo de Lima y el secretario general de la OEA.

En el primer escenario, denominado Haití, ninguno de los dos bloques logra imponerse, estableciéndose la anarquía en el estilo de gobierno. Se profundiza la destrucción institucional y la corrupción como fuente de poder, y es la política pública fundamental. Las protestas surgen por la gran insatisfacción de las necesidades básicas de la población –colapso de los servicios públicos– siendo controladas por una alta represión social. El petróleo deja de ser una ventaja comparativa del país.

En el segundo escenario, llamado Cubazuela (Cuba con recursos), el bloque Rusia, Cuba, Irán, China y Turquía logran sostener el régimen ante la inefectividad de las sanciones, financieras e individuales, impuestas por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Suiza y el Grupo de Lima (Panamá). Es un escenario en el que aumentan la pobreza, las protestas, la represión y los desplazados (desastre humanitario), lo que ocasiona un fuerte impacto en la región.

El tercer escenario, nombrado Siria –sin la violencia organizada de la oposición– los dos bloques coexisten para recuperar los préstamos otorgados por China y Rusia al régimen, así como el pago a los tenedores de los bonos soberanos y de Pdvsa. Se da la privatización de Pdvsa. El bloque internacional que prevalece depende de la cohesión de la sociedad venezolana. El régimen acepta la ayuda humanitaria internacional.

El cuarto y último escenario, denominado Crimea en América, la intervención y bloqueo de Estados Unidos, Europa, Canadá, Grupo de Lima y secretario general de la OEA son efectivos. Se da un gobierno de transición con el objetivo de reinstitucionalizar la democracia en el país para recuperar su funcionalidad. El FMI aporta los fondos para sacar a Venezuela de la crisis económica. Y la ONU coordina el apoyo humanitario.

Actualmente, la situación en Venezuela se ubica en el primer escenario con tendencia hacia el segundo, después de la elección presidencial del 20 de mayo. Sin embargo, la VIII Cumbre de las Américas en Perú dentro de dos semanas permite el fortalecimiento del escenario de Crimea en América.

Christine Lagarde dibuja la hoja de ruta socioeconómica del cuarto escenario. Mientras el Papa sigue dándole tiempo al régimen, lo que le permitiría a Maduro establecer el escenario Cubazuela con recursos.

El que un escenario u otro se dé dependerá de la alineación de las fuerzas políticas internas con cada bloque internacional. Será el factor crítico de éxito del provenir en Venezuela.