COLUMNISTA

«Chávez los tiene locos» (y Obama también)

por Avatar Marcos Peñaloza-Murillo

En un largo ensayo que publique en el desaparecido vespertino El Mundo de Caracas, en dos partes y a toda página (18 y 19 de enero de 1994), titulado «Venezuela en el Universo», escribí, para finalizar, lo siguiente: «Las leyes, que rigen tanto los procesos naturales como los humanos, son las leyes. No las podernos cambiar. No podemos perder de vista este axioma. Tenemos que tener esto en mente. Por eso, aspiro a que estas ideas ayuden a los dirigentes de Venezuela y a su pueblo a delinear o trazar su destino finito, porque no tenemos todo el tiempo del mundo para realizarnos dignamente como pueblo. En cualquiera que sea el Universo donde vivamos, único o cíclico, cerrado o abierto, finito o infinito, sólo tenemos una oportunidad enmarcada temporalmente dentro de un lapso de cientos de años o, en el mejor de los casos, de algunos milenios para ello. A cambio que no nos recuerden, o que nos recuerden por las Miss Universos y por las Miss Mundos, o tristemente corno una simple república de las más corruptas y corrompidas que ha habido y que alguna vez existió, en este planeta, en este sistema solar, en esta galaxia, y en este universo, es preferible que nos recuerden en la Historia, como una Venezuela culta de trascendencia universal».

A 21 años de haber escrito esto, ¿cuáles han sido y son los resultados? En cuanto a lo primero, no hay duda de que Venezuela ha venido destacándose más y más en la obtención de coronas internacionales de belleza; así lo demuestran las estadísticas: hasta 2002, Venezuela había ganado el primer lugar al menos en 134 concursos diferentes alrededor del globo. Y hasta la fecha ha ganado 7 veces la corona de Miss Universo (primera en 1979 y última en 2013). En 2009, Venezuela entra al libro Guinness de récords cuando, por primera y única vez en la historia, una venezolana le entrega a otra venezolana el título de Miss Universo. Es el segundo país con más galardones de este tipo. Somos el primer país en el ranking del concurso de Miss Mundo, con 6 títulos (primero en 1955 y último 2011). Asimismo, hemos ganado 6 veces la corona de Miss Internacional, ubicándonos en el país más ganador en este concurso (primera en 1985 y última en 2010). En resumen, somos realmente una potencia en belleza femenina, siendo el segundo país en el ranking mundial (con un total de de 1.364 puntos), después de Estados Unidos (con un total de 1729,5 puntos), en toda la historia. En cuanto a lo segundo, qué tristeza…

Los indicadores internacionales nos señalan que para 2014, de 175 países, Venezuela ocupa el lugar 161, tan solo a 14 puestos del país más corrupto del planeta, con un puntaje de 19/100, o sea, igual a 3,8 sobre 20. De acuerdo con Transparencia Internacional, en una escala de 1 (no corrupción) a 5 (totalmente corrompido), la policía ocupa el primer lugar con 4,4 puntos, secundado por el sistema judicial con 4,1 puntos, seguido por el Parlamento-legislaturas y partidos políticos con 4 puntos y delante de los funcionarios públicos con 3,8 puntos. Esta desaforada y gigantesca corrupción, que nos ha llevado a ser una verdadera potencia en ese campo, es el producto de una locura que ha venido siendo auspiciada desde las alturas del poder.

¿Qué lectura ahora tiene aquella famosa consigna «Chávez los tiene locos», que se escuchó en un mitin el 21 de noviembre de 2002? ¿Quiénes están locos ahora? Y, ¿quién los tiene así? ¡El decreto de Obama! Parece que lo escrito por mí en 1994 tuvo, lamentablemente, un carácter premonitorio. ¿Lo seguirá teniendo? ¿Llegaremos a ser el país más corrupto del mundo? ¿Volveremos a ganar el Miss Universo, el Miss Mundo o el Miss Internacional?