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Caracas, 6 de enero de 2019
Señores cancilleres
del Grupo de Lima
Perú
Tengo el honor de dirigirme a ustedes con la finalidad de agradecerles, como ex canciller de la República de Venezuela, su lucha por el restablecimiento de la democracia en nuestro país, comprometido como se encuentra por la permanente violación de los principios fundamentales que orientan la Constitución Nacional de 1999 y el Estado de Derecho por parte del gobierno totalitario del señor Nicolás Maduro.
Los venezolanos recibimos, con gran expectativa, la declaración que ustedes hicieron pública el 4 de enero de 2019, en rechazo a la juramentación como presidente de Venezuela que el señor Nicolás Maduro pretende realizar el próximo 10 de enero de 2019 y en la cual reiteran, con un profundo sentimiento latinoamericano, que “el proceso electoral del 20 de mayo de 2018 carece de legitimidad por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos, ni con la presencia de observadores internacionales independientes, ni con las garantías y estándares internacionales necesarios para un proceso libre, justo y transparente”.
Sus argumentos en ese sentido son incontestables y abrumadoramente respaldados por nuestro pueblo al coincidir con los valores democráticos, por los cuales siempre hemos luchado a través de nuestra historia. La aceptación que ustedes hacen de la legitimidad de nuestra Asamblea Nacional, electa en el año 2015, es un justo reconocimiento a la importante victoria obtenida por la oposición democrática en las elecciones parlamentarias de 2015. Ese triunfo contrasta claramente con la írrita “elección presidencial” del 20 de mayo de 2018, plagada de todos los abusos y arbitrariedades que ustedes señalan y con la mayor abstención en una elección presidencial desde 1958.
De todas maneras considero mi obligación hacerles los siguientes planteamientos:
1.- En el punto No. 9 del comunicado ustedes hacen referencia, me imagino que por sugerencia del canciller de Guyana, a “la intercepción realizada, el día 22 de diciembre de 2018, de una nave de investigación sísmica por parte de la marina venezolana dentro de la zona exclusiva de la Republica Cooperativa de Guyana”. En este sentido, debo aclarar que tal alegato no se ajusta a la realidad, ya que no existe entre nuestros dos países una delimitación de áreas marinas y submarinas en ese espacio marítimo y mucho menos el reconocimiento de una supuesta zona exclusiva de Guyana.
2.- Como es sabido, Venezuela y el Reino Unido firmaron el Acuerdo de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, en consulta con el gobierno local de su colonia Guayana Británica ante la inminencia de su independencia. En dicho acuerdo se detallan los pasos a seguir para la resolución de la controversia territorial surgida entre las partes sobre los límites de Venezuela con Guayana Británica en atención a la solicitud venezolana de considerar nulo e írrito el Laudo Arbitral de París de 1899, el cual definía la frontera común, ante la aparición de documentos que hasta entonces eran desconocidos, los cuales comprometen la validez de ese Laudo. Al obtener su independencia la Guayana Británica, el 26 de mayo de 1966, y transformarse en la República de Guyana, pasó a formar parte, como país soberano e independiente, del Acuerdo de Ginebra.
3.- En estricto derecho, el Acuerdo de Ginebra no invalida el Laudo de 1899; sin embargo, tal como lo expresa el artículo primero de dicho acuerdo, se acepta la solicitud de Venezuela de considerar nulo e írrito el Laudo Arbitral de París. Por lo tanto, el área en reclamación se encuentra bajo la autoridad del gobierno de Guyana hasta que no se resuelva algo diferente conforme al Acuerdo. El Reino Unido y Guyana (entonces Guayana Británica), al firmar dicho acuerdo, reconocen el reclamo y la inconformidad de Venezuela y aceptan encontrar una solución práctica, pacífica y satisfactoria para las partes. Desde esa fecha no se ha logrado resolver dicha controversia territorial por intransigencia de Guyana.
4.- Es importante resaltar que la Armada de Venezuela ha patrullado esas aguas, desde hace más de cincuenta años, con la finalidad de garantizar nuestra fachada Atlántica y la desembocadura del río Orinoco. También es necesario conocer que el gobierno guyanés ha querido aplicar, en forma unilateral, una línea divisoria con Venezuela de inclinación 30 grados, en la concesión del bloque Roraima, sin respetar nuestra decisión soberana de mantener, respaldada por el continuo patrullaje de la Armada venezolana, que la inclinación de esa línea debe ser de 70 grados.
El Grupo de Lima tiene y merece el decidido apoyo de nuestro pueblo. Esa es la razón por la cual me he atrevido a dirigirme a ustedes, en un momento de tanta trascendencia para Venezuela, con la finalidad de pedirles, respetuosamente, no tratar este asunto, por las razones expuestas, entre nuestro país y Guyana,
Cordialmente,
Fernando Ochoa Antich
Ex canciller de Venezuela