COLUMNISTA

Algunas reflexiones ante lo que nos viene…

por Mario Moronta Mario Moronta

Con mucho temor y temblor, a ustedes hermanos, compañeros, amigos, les ofrezco estas reflexiones. Ciertamente reflejan una angustia, no sólo mía sino de muchísimos… No soy un politólogo, sino un pastor y un ciudadano. Las hago desde esta condición…. Perdonen si no es lo que esperaban. Ojalá esté equivocado… Siento que no lo estoy. Quizás hay mucho qué precisar… Pretenden estas ideas ser un cauce para seguir reflexionando y asumir el reto que se nos coloca ante nosotros. Ya no hay tiempo que perder…

Hace varios años atrás, durante una sesión de la Asamblea Episcopal, indiqué que debíamos prestarle atención a la excesiva presencia de iraníes en Venezuela. Indicaba que en ese momento (hace unos diez años más o menos) teníamos unos 12.000 iraníes. Recuerdo que se me dijo que no había que tenerles miedo a ellos sino a los cubanos, con sus servicios de inteligencia. En esa misma asamblea nos visitó un sacerdote considerado entre los “asesores” de la CEV y tocó el tema. Entonces se le dijo que ya ese asunto lo habíamos considerado y le estábamos prestando atención. Esto mismo señalé en diversos foros y encuentros y casi nadie me hizo caso. Solo una profesora y sociólogo conocida de muchos, hizo caso de ello, advirtiendo, a la vez, el riesgo de permitir que se pudiera obviar fácilmente la presencia de un proceso de “islamización” en la nación. Tampoco se le prestó atención.

Hace unos pocos días atrás, el vicepresidente de Venezuela, señor Arreaza, presentaba en público por los medios de comunicación con bombos y platillos al canciller de Irán. Lo presentaba como el hermano querido de la República Islámica Iraní… Este hecho aparentemente inocente encierra todo un complejo conjunto de acciones y de compromisos que aseguran no un simple gesto de fraternidad, sino un hecho consumado. Lejos de lo que muchos piensan, a los iraníes no les interesa tanto como a otras naciones los recursos venezolanos (ciertamente que sí hay un interés en ellos)… lo que les animó a “penetrar” Venezuela lo están consiguiendo: fijar una base estratégica de carácter geopolítico. Casi ningún pensador, por no decir nadie, ha estudiado esta dura realidad. Venezuela se convierte ahora de una manera clara y “pacífica” en un partner de Irán, pero permitiéndole que ponga sus bases de operaciones en nuestro país… de cara a lo que ellos quieren. No es cuestión de recibir petróleo, o de compartir el uranio… no seamos ingenuos. Su presencia tenía y tiene un objetivo de tipo geopolítico: lograr un espacio de penetración en un lugar privilegiado de América Latina. Y lo consiguieron sin mucho esfuerzo y sin que hubiera reacciones en contra.

También hace algún tiempo atrás (y perdonen estas referencias personales) compartiendo con no pocos amigos, hermanos en el ministerio y otras personas, les fui diciendo dos cosas: una, muy sencilla y en la que pareciera haber habido consenso, aunque no reacciones: Tanto Chávez como sus sucesores, sencillamente iban cumpliendo todo lo que iba diciendo y señalando como su hoja de ruta. Pero se llegó a pensar que eso no sucedería. Ahora, viendo un poco el camino histórico de los últimos tiempos, nos estamos dando cuenta de que fue implementando lo que con sus motores de la revolución, etc., iba diciendo. A esto añado la segunda cosa o idea. Chávez siempre habló de 2021 como una fecha mítica. No faltó quien pensara que era una manera de hablar para referir que él se retiraría entonces. Murió antes de esa fecha… pero quedó en el imaginario político de los chavistas y sus sucesores la fecha “mítica” de 2021. Personalmente compartía siempre con mis interlocutores que le prestáramos atención a esa fecha, porque era el indicativo extremo de quienes se habían propuesto implementar un sistema que hemos calificado con todo tipo de adjetivos… pero que, lamentablemente, está en vísperas de imponerse.

Con la nueva Asamblea Nacional que, nos guste o no, legítima o no (no para ellos) se impondrá, 2021 será el comienzo del nuevo Estado: el “comunal”, con la desaparición definitiva de todo lo que huela a “cuarta república” y al pasado. Comienza la nueva etapa, la consolidación de la revolución, sin necesidad de mucho esfuerzo. El proyecto a poner en práctica eliminará todo lo que para nosotros es importante: desde la Asamblea Nacional como la planteamos hasta los municipios… desde los concejos municipales hasta cualquier tipo de organización social que aparezca en el ordenamiento jurídico venezolano… se cambiarán algunos nombres (por ejemplo el de “parroquia” cuyo origen es eclesiástico y por eso no debe tenerse en cuenta). Será el momento para implementarse de manera definitiva “el poder popular”. Este se hará sentir desde el nuevo poder: “el poder comunal”. Cuando los ministerios comenzaron a recibir la denominación de “ministerio del poder popular para…”, muchos se rieron y la mayoría pensó que era una cuestión meramente formal. ¡No! Allí había toda una intencionalidad escondida para ir preparando lo que luego vendría… así, estratégicamente, se iba preparando la mente de la gente para ello.

Si de verdad somos serios y sinceros en nuestro proceder, deberíamos repasar un poco, no sólo los acontecimientos, sino lo que se iba proponiendo en los largos discursos de Chávez, en los variados programas de televisión y radio… allí se fue diciendo hacia dónde se iba. Considero que hay que hacerlo… es tarde para revertir quizás lo que nos viene. Pero no es tarde si pensamos en la necesidad de prepararnos mejor para enfrentar algo que ya tenemos a la vuelta de la esquina.

Cuando, como lo indiqué, no se prestó la atención a la presencia de los iraníes, tampoco se prestó atención a hechos, aparentemente inocentes y que pudieran resultar anecdóticos. Hubo uno de ellos que pasó casi inadvertido. Si no fue el último, fue uno de los últimos viajes de Chávez a China, donde él no visitó las principales ciudades, ni sostuvo “reuniones bilaterales”. Fue a una población, en el mero centro de la China, a visitar una universidad, cuya única misión es preparar todo lo relativo a la formación, constitución, dirección de las comunas, del poder popular y comunal. Allí no pasó horas sino dos o tres días. El mismo, en un reportaje periodístico, indicó que había hecho un convenio con esa universidad para la implementación del poder popular y comunal en Venezuela… De esto no hablan los sabios politólogos venezolanos, acostumbrados a estudiar lo que según ellos son las raíces y las consecuencias, los movimientos de la política, etc… Pero todo esto lo obviaron: o porque no les interesaba, o porque no le dieron mayor importancia, o porque no entendieron cuáles eran las intencionalidades del régimen (y creo que hay mucho de esto).

Perdonen de nuevo la insistencia en lo personal. Es cierto que había que prestarle atención a la presencia de los cubanos, como me reclamaron cuando presenté el hecho de los iraníes en Venezuela. Pero ¿por qué la preocupación por los cubanos? ¿No sería un poco de miedo de que nos pasara lo que acontece en Cuba? ¿Por miedo a perder lo que poco que ya nos quedaba? ¿No estábamos reaccionando más bien como si se tratara de una especie de defensa para que no nos quitaran las posiciones alcanzadas? Y es justo este miedo, porque hacia allá vamos… peor todavía, ya hemos llegado. Sin embargo, tampoco se le prestó atención a lo que había detrás de la presencia de los cubanos. No era sólo una cuestión de intercambio militar o de manejo de la inteligencia militar, o la invasión y una “peculiar” ideologización. No hay que descuidar en nada todo esto.

Pero, la realidad del proceso de “ideologización” iba por un camino del cual poco se ha hablado y que tiene que ver con lo antes señalado. Desde los laboratorios instalados para eso, la propuesta que se ha venido desarrollando es la lanzada hace algunos años atrás por el marxista italiano “A. Gramsci”. El es el inspirador de todo lo que está pasando. Ya en los años ochenta, muchos estudiantes en algunas universidades públicas, sobre todo influenciadas y hasta dominadas por la así denominada “izquierda”, estudiaban apasionadamente a Gramsci. No se olvide que el mismo Chávez en tantísimas ocasiones no sólo mencionó sino que habló de Gramsci , de sus ideas, etc.

En el pensamiento gramsciano la categoría de nacional-popular tiene un papel central, sobre todo cuando habla de la hegemonía, y de construir a como dé lugar ese poder popular. Esto se hace por medio de las organizaciones de la base, la comuna. Por eso se habla del poder comunal. Esto implica eliminar todo lo que no huela a “popular”. Y, entre los pasos a dar es ir minando las capacidades de las instituciones, entre ellas el Estado. En el caso de Venezuela, esto está clarísimo. Nos quejamos pero no pasamos de allí, lamentablemente: nos quejamos de que no hay gasolina, de que los servicios públicos no sirven, de que no hay gas, etc… Y nos quejamos de que en puestos claves parece colocarse “gente incapaz”… y, en el fondo es parte de la política ideologizada para destruir el Estado e imponer en su debido momento (la mítica fecha del 2021) la única manera de cambiar la sociedad. Se destruye la industria petrolera, se destruye el aparato productivo… para que renazca la “nueva Venezuela que se convertirá en potencia”… pero desde el “poder popular”.

El poder popular es el proceso a través del cual los lugares de vida (de trabajo, de estudio, de recreación, etc.) de las clases subalternas se transmutan en célula constituyente de un poder social alternativo, el poder comunal. El poder popular tiene que asumir la necesidad de ampliar la conciencia gubernamental del pueblo, lo cual supone que sólo ese poder popular es el que puede estar en la cúspide de la sociedad. Entonces, viendo esto, ¿por qué no reaccionamos a su debido momento cuando desde tantos lugares del discurso político se nos decía “no volverán”? Muchos lo tomaron como una especie de reto que provocan los guapetones de barrio. ¿Y nos extraña cuando el Ministro para el poder popular para la defensa dijo que ya se sabía quién ganaría las elecciones del 6D y que la oposición no volvería más nunca a Miraflores? Es un discurso pronunciado desde hace varios años. ¿Por qué los politólogos, si de verdad sintonizaban con la sociedad venezolana no se dieron cuenta de ello? Chávez y sus sucesores estaban bien claros: La conciencia gubernamental del pueblo, desde un punto de vista socialista, es el primer momento de la lucha por la abolición del Estado. En la construcción del poder popular se vislumbran los cimientos de un proyecto propio de las clases subalternas que disputa hegemonía a los sectores dominantes. Y eso es lo que está planteado a partir del año 2021.

Desde esta perspectiva es como podemos responder algunas preguntas como la del porqué fueron dejados de lado algunos exponentes del chavismo, entre ellos Elías Jaja… Y la pregunta que pareciera no tener respuesta…el porque Chávez anunció que su sucesor tenía que ser Maduro. Sencillamente porque forma parte de la estrategia «Gramsciana» que está en curso en orden a terminar de imponer el sistema hegemónico, totalitario en el 2021.

Cuando la presidencia de la CEV planteó que no bastaba con la abstención, sino que había necesidad de una propuesta alternativa y seria. Las reacciones de una particularisima mayoría fue la de rasgarse las vestiduras… sólo gente bien pensante reaccionó y prendió las luces de alerta… pero no pasó de allí. Una alternativa posiblemente válida e interesante ha sido la de la “consulta”. Pero hay demasiada ingenuidad. La llaman vinculante. ¿Para quiénes? Un régimen que ha convertido los medios en fines (con sutil raciocinio marxista), no le interesa nada. Si aparentemente no ha reaccionado ante la crisis humanitaria del pueblo en general, ante los informes sobre los Derechos Humanos, etc., no es porque no los conozcan. Es que no les interesa, porque buscan destruir todo lo que huela a “viejo” a la “cuarta república”, etc. ¿Después de la consulta, qué? ¿Después del 6D, qué? Hace falta un verdadero discernimiento cómo se diría en el planteamiento Episcopal mencionado.

Perdonen nuevamente mi atrevimiento. Quisiera estar equivocado… pero siento de verdad que no lo estoy. Estamos ahora ante un abismo y no podemos dar un paso adelante, pues nos precipitamos al precipicio… Tampoco podemos seguir con la postura de la avestruz ocultando la cabeza en cualquier hoyo para tener la sensación de que no pasa nada. Menos debemos huir de la realidad… Me pueden preguntar si tengo alguna propuesta. Pienso que la tenemos… pero en este momento considero que un paso importante es tomar conciencia del desastre en el que estamos metidos, de lo que nos viene, del tiempo que se ha perdido, de que lo que pudo haber sido no fue.. y muy al estilo de los últimos tiempos, se impuso el pensamiento de quienes eran “asesores” y “expertos”… pero no se atendió la voz de un pueblo que requería de un auténtico liderazgo (no caudillismo) que brindara la verdadera esperanza y no fantasías… Con las debidas excepciones de quienes de verdad sí fueron dando las indicaciones y las propuestas, muchos pensadores políticos vieron la situación del país desde teorías, encuestas y ciertas aproximaciones.

En otro momento, con temor y temblor podremos compartir líneas de acción… pero no es tiempo de inmediatismos baratos. Es tiempo sí de responder inmediatamente pero con la conciencia de dos cosas: somos nosotros mismos quienes vamos a dar la respuesta, con ayudas de otros, pero somos nosotros… y, esto implicará asumir que el camino no será ni corto ni fácil.