El año 2018 estará nuevamente marcado por las decisiones de los ciudadanos. La proximidad de las elecciones presidenciales será sin duda el momento más crucial para el porvenir de los venezolanos.
El gobierno por un lado se tira de un plumazo las alcaldías metropolitanas y por el otro deja que salgan de la cárcel 80 privados de libertad, ratificando que sí hay presos políticos con los que ellos juegan a su antojo.
Pero indudablemente que desde Unidad Visión Venezuela nos alegra que esos 80 presos que nunca debieron haber sido privados de libertad se reencuentren en una fecha tan importante con sus familiares.
Son migajas al fin, de 268 solo liberaron menos de un tercio, pero además los 14 polichacaos tenían año y medio con boleta de excarcelación (al momento de escribir aún dos de estos continúan privados de libertad).
El caso del periodista Víctor Hugas, quien llevaba dos años preso por twittear y que al igual que los funcionarios de Polichacao tenía boleta de excarcelación.
Pero lo más aberrante –hasta ahora– de estas liberaciones, más allá de hacerlos humillarse ante la ilegitima, inconstitucional, chimba asamblea nacional constituyente, es que hay cinco presos liberados que el régimen está expulsando, desterrando o mandando al exilio. Es decir, se tienen que ir del país, pues según el régimen ellos representan “un peligro para la nación”. Estos son: Betty Grossi, Dany Abreu, Carmen Salazar, Andrea González y Juan Miguel Sousa; este último con destino a Portugal.
Esta cúpula que hoy nos desgobierna es tan inhumana que los está liberando a cuentagotas.
No podemos seguir en el eterno chantaje del toma y dame del ajedrez político venezolano. ¿Y nuestro pueblo qué? Nada del canal humanitario, nada de medidas económicas serias y levantamiento de los controles. Nada aún del control del Ejecutivo sobre todos los poderes y nada aún del reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional. Nada en la Fiscalía y Contraloría de los miles de casos de corrupción del alto gobierno. En fin, una cortina de humo a un día de la Navidad para distraer y seguir ganando tiempo. Mientras la realidad sigue siendo el gran sufrimiento de nuestro pueblo por la falta de gas doméstico, combustible, lubricantes, alimentos, medicinas, en fin, todo colapsado, los túneles, puentes en autopistas principales y rurales del país se caen por falta de mantenimiento. La hiperinflación es descomunal, precios dolarizados y la gente ganando en bolívares. No es posible mantener las incongruencias por parte del gobierno.
Yo solo digo que en 2018 el cambio empieza por nosotros, no podemos seguir esperando a que venga un mesías a solucionarnos nuestros problemas, pero tampoco seguir conformándonos con las migajas que ofrece el gobierno. Hay que dejar la pasividad, es decir, no podemos seguir esperando respuestas de un supuesto liderazgo político en la oposición inexistente.
El miedo y la pasividad son nuestros peores enemigos, a eso apuesta el régimen. La decisión es de cada uno nosotros si queremos ser otra Cuba. En resumen, el año 2018 será lo que queramos nosotros los ciudadanos o lo que hagamos de él. Está en nuestras manos.
@omaravila2010