OPINIÓN

Colapso del chavismo

por Julio César Arreaza Julio César Arreaza

El colapso lo determina un hecho comprobado: la avalancha de votos por Edmundo González Urrutia el 28 de julio, en el que aventajó al dictador por 4 millones y eso que no pudieron ejercer su derecho al sufragio los venezolanos en el exterior. Heroicamente, el pueblo elector demostró al mundo, con las actas, una limpia y monumental victoria electoral.

Desde el primer día en el poder comenzó a demostrar su mala entraña. Ahora, luego de la derrota histórica, decide atrincherarse en el poder y no podemos permitir que el silencio gane la batalla en Venezuela.

Demolieron el valor de la confianza y destruyeron el salario, la moneda perdió 14 ceros. No es cuestión de ideología, si se lee el Manifiesto Comunista se ve claramente que el salario de los trabajadores es un aspecto fundamental. El chavismo vive un fraude ideológico. Como en Siria las cárceles son depósitos humanos insertos en un proyecto de criminalidad internacional. Al sátrapa caído lo condecoraron con la Orden Libertador, otra deshonra al padre de la patria.

Hay que mirar siempre el bien superior, para evitar que la conciencia humana actúe enceguecidamente  y se hunda con el régimen forajido.

El nuevo liderazgo de María Corina Machado, tejido orgánicamente desde la base hasta arriba, promete el HUB de los hidrocarburos, y el otro factor, el HUB de la delincuencia, dos visiones opuestas de país.

En el escenario internacional el móvil de fuerza no existe, sino la diplomacia. El acuerdo  es la forma de entenderse entre las naciones para dirimir las diferencias. El asedio a la Embajada de Argentina es el retrato de cuerpo entero del régimen, no digamos el horror causado con la prisión de adolescentes.

Con motivo del aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, caemos en cuenta de que aquí en Venezuela no se cumple ninguno de los 30 derechos proclamados. Los invitamos a hacer el ejercicio y se sorprenderán. Revela la gravísima situación de desestructuración y ausencia de normatividad. Esta situación anómala promueve el incumplimiento de la base legal, el Tribunal Supremo legítimo dictó sentencia y cárcel a la usurpación, por el incumplimiento de las 31 obras de la empresa Odebrecht. Ni una sola obra realizada y dinero erogado, constituye plena prueba de corrupción grotesca. La revolución atroz es un error de 25 años en la que involucionó la sociedad  hacia la barbarie. Sin embargo, en medio de inmensas dificultades y grandes desafíos luce indetenible la marcha hacia la recuperación de la democracia. Desde el primer día se fijarán las reglas y se cumplirán con todos los mecanismos de elección.

¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos, los comandos de Vente, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, Carlos Julio Rojas, los menores de edad presos, y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!