Hace apenas un año era un desconocido para todos. El exchange Coinbase, la plataforma online que hace las veces de monedero virtual para almacenar las criptomonedas en un sitio unificado, así como de compraventa para adquirir otras nuevas, salió a la bolsa y obtuvo una histórica valoración para empresas de su tipo, al alcanzar los casi 100.000 millones de dólares.
Sin duda alguna, el mercado no deja de sorprendernos. Para algunos, el precio alcanzado por el Bitcoin, que superó la barrera de los 65.000 dólares, fue una de las principales causales de este significativo incremento en su cotización.
En 2018, tras su última ronda de inversión, el precio de Coinbase había sido de apenas 8.000 millones de dólares. En septiembre de 2020, se situaba en 5.800 millones de dólares. Previo a la jornada bursátil, el Nasdaq ubicó el valor de referencia de sus acciones en 250 dólares, ante lo cual la valía de la empresa se colocó en 65.300 millones de dólares.
Al hacer su debut en el mercado bursátil, cada acción se cotizó en 381 dólares. Con el paso de las horas llegó a subir hasta 429 dólares, para estabilizarse luego en 320 dólares, lo que representó una gran sorpresa para los inversionistas.
Definitivamente, la era dorada de las criptodivisas llegó para establecerse. Importantes organizaciones financieras, así como compañías de diversa índole, están utilizando las criptomonedas como reservas de valor. De hecho, muchos se han atrevido a vaticinar que, en cualquier momento, estas reemplazarán al oro en este rol.
La tan ansiada madurez parece que se ha posicionado en el mercado de los criptoactivos. De una etapa en la cual muchos no creían en el futuro de los criptos, hemos pasado a una especie de era de “criptocreyentes”. El Bitcoin y sus similares están demostrando su fortaleza en un mundo en el que lo digital se impone.
Al parecer, las inversiones virtuales están desplazando a las físicas. Un mensaje importante para los inversionistas es el evaluar constantemente el mercado, ya que por todos son conocidos los riesgos que supone la colocación de recursos en esta suerte de dinero digital. Las regulaciones mundiales sobre la materia aún son algo incipientes, y aún se depende de un mercado absolutamente volátil, en el cual la confianza es la única garantía.
De lo que sí hay que estar absolutamente claro es de la importancia de mantener los ojos bien puestos en la evolución del mercado y no dejarse influenciar por altos precios de referencia. Es posible que los exchanges, gracias a la valoración de Coinbase, estén comenzando a verse como una excelente alternativa de inversión, pero también hay que prever que su precio estará siempre influenciado por las cotizaciones de las criptomonedas.