Tras interrumpir el proceso de transmisión de las actas de votación luego de iniciado el escrutinio, el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, un militante declarado del partido socialista en el poder, anunció pasada la medianoche del 28 de julio la victoria de Nicolás Maduro y el inicio de una investigación de la Fiscalía General “sobre las acciones terroristas perpetradas contra nuestro sistema electoral y contra los centros de votación y contra, también, de funcionarios electorales”.
Venezuela votó masivamente y con entusiasmo desbordante en todo el país como lo mostraron sucesivas imágenes de centros de votación, pero fue solo seis horas después de la hora señalada para el cierre de las votaciones, que el Consejo Nacional Electoral emitió su primer boletín presentado como “irreversible”.
La presentación de Amoroso de los resultados electorales careció de la más mínima formalidad exigida a un proceso electoral de la trascendencia del convocado para este 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral aún está en deuda con la data mesa por mesa y municipio por municipio del referéndum sobre el Esequibo realizado el pasado 3 de diciembre.
La jornada electoral transcurrió con menos incidencias de las esperadas y con una concurrencia temprana de los electores a los centros de votación. Las encuestas a boca de urna que fueron circulando a lo largo de la jornada anunciaban, como lo señalaron los estudios de opinión previos a la votación, una contundente victoria de González Urrutia.
Tras el boletín, del CNE, las fuerzas de la oposición democrática respondieron sin ninguna clase de duda. María Corina Machado, la líder del cambio político, afirmó que Venezuela acaba de elegir a Edmundo González Urrutia como su presidente. “Todo el mundo lo sabe, toda la comunidad internacional lo sabe, ganamos. Pero sabemos lo que pretenden”.
Machado aseguró que la unidad opositora tiene en sus manos 40% de las actas electorales (que se corresponden con 100% de las actas transmitidas antes de la interrupción) y la ventaja de Edmundo es de 70% contra 30%.
La larga y tensa jornada electoral no acabó el 28 de julio al anunciar el CNE un resultado que contradice abiertamente las encuestas de opinión, los conteos a la salida de los centros de votación y las muy variadas manifestaciones vistas en centros electorales a lo largo del país. El escenario de un desconocimiento de los resultados estaba sobre la mesa y eso es lo que está en pleno desarrollo, presagiando una crisis política mayor en Venezuela de consecuencias aún impredecibles.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, atento seguidor todo el día de las votaciones en Venezuela, fue el primero en señalar en su cuenta de la red X: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
En Estados Unidos, el senador Marco Rubio aseguró en su cuenta de X que “el único ‘ataque’ a las elecciones en Venezuela es el fraude llevado a cabo por el CNE, que está controlado por el régimen narcoterrorista de Maduro”.
La comunidad internacional, los países de la región -que serían los más perjudicados por la continuación de la crisis venezolana-, deben actuar junto con organismos internacionales para hacer que el gobierno de Nicolás Maduro permita la transmisión total de la data electoral, su publicación exacta y por tanto el reconocimiento de un resultado electoral que nada tiene que ver con el anunciado por el funcionario político que es Elvis Amoroso.
Es la hora de la verdad, como la llama María Corina Machado. Las fuerzas democráticas que se saben amplia mayoría exigirán “hasta el final” la victoria que les corresponde.
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