Hacia finales del siglo XIX se inició en el continente americano una corriente migratoria proveniente de los países árabes dominados por los turcos, fueron los sirios, los libaneses y los palestinos, que por motivos políticos y económicos dejaban sus tierras para dirigirse hacia las Américas. La evidente disposición de los inmigrantes árabes para familiarizarse con las culturas nativas de los nuevos países adoptados, así como a recibir, aceptar y aprobar las nuevas circunstancias, permitieron una incorporación efectiva en el nuevo ambiente.
Los inmigrantes árabes en América, aun cuando proceden de lugares muy distantes, aun cuando hay una diferencia cultural muy amplia, y aun cuando los idiomas son totalmente diferentes incluyendo los alfabetos, han logrado a la larga la integración total y definitiva, de tal manera que han tenido y tienen presencia activa e importante en todos los sectores regionales y a nivel nacional.
A partir de la primera mitad del siglo pasado surge, en los inmigrantes ya establecidos, la necesidad de la socialización, necesidad de reunirse y sentir el calor de la patria, por lo cual se fundan los primeros clubes árabes, espacios creados con la intención de hablar libremente el idioma materno, de disfrutar las comida y música árabes, de divertirse con los juegos de mesa (taule o backgammom, naipes), fumar el narguile, y lo más importante, compartir con los paisanos cercanos y lejanos, sin necesidad de tener un nexo familiar o un compromiso formal. El club logró tener un papel importante y adquirir representatividad del grupo, ser la imagen ante los demás subgrupos sociales y gobiernos locales, y hasta de autoprotección.
En muchas ciudades y pueblos fueron fundados los clubes árabes, destacándose para la época el Club Palestino de Chile (1920), el Club Honore Patria de Buenos Aires (hoy Club Sirio Libanés de Buenos Aires), el Club Libanés en São Paulo, etc., que fueron luego herramientas fundamentales para la integración definitiva de los árabes. De igual manera surgieron paralelamente las asociaciones benéficas, para apoyar tanto a los compatriotas necesitados o recién llegados, así como a la sociedad nativa.
También los inmigrantes árabes crearon centros de salud y hospitales, el Hospital Sirio Libanés de Argentina opera desde el año 1916. El Hospital Sirio-Libanés de São Paulo es uno de los hospitales más importantes de Brasil y Suramérica, fue fundado por la gran comunidad siria y libanesa de São Paulo en el año 1921. Es uno de los centros de salud más conocidos de Brasil, en los años 2011 y 2012 el presidente Lula Da Silva fue atendido allí.
En las ciudades importantes se han establecido, para satisfacer las necesidades espirituales de las comunidades árabes, importantes templos cristianos del rito oriental y templos musulmanes, muy frecuentados por la colectividad en general, alcanzando altos niveles en la jerarquía religiosa, tales como catedrales y excarcados y hasta arquidiócesis por la parte cristiana, así como mezquitas mayores o grandes mezquitas en la religión musulmana.
Aquí en Venezuela existen, desde mediados del siglo pasado, clubes árabes en las principales ciudades del país. En la actualidad suman un poco menos de cincuenta, y tienen roles importantes en las sociedades regionales y locales, participando en la vida pública y colaborando en su desarrollo. La existencia de la Federación de Entidades Venezolano-Árabes (FEARAB Venezuela), que agrupa a las asociaciones, clubes y demás entidades árabes, es una demostración de la reafirmación del principio de unidad e integración definitiva de la comunidad árabe en el país.
Como resultado de la evolución y el incremento de la presencia árabe en la sociedad venezolana en específico, surge la importancia y la necesidad de altos estudios en las generaciones posteriores a los primeros inmigrantes. El incremento de sirios o sus descendientes en las casas de estudios superiores fue notable a partir de la década de los setenta. En la actualidad, existe una muy importante cantidad de egresados universitarios de origen sirio en todos y cada uno de los sectores nacionales, y en todas y cada una de las áreas profesionales: hospitales y clínicas, bufetes, empresas privadas y del estado, universidades, etc.
Una nueva organización está naciendo, se han iniciado actividades dirigidas a crear la Asociación de Profesionales Sirios en Venezuela, en Maracay, estado Aragua, con el fin de mantener los lazos fraternales entre los profesionales universitarios, desarrollar actividades dirigidas a mejorar su nivel profesional, y fomentar los altos valores étnico-culturales sirio-venezolanos en los individuos, las familias y la sociedad.