OPINIÓN

Círculo vicioso

por Salvatore Giardullo Russo Salvatore Giardullo Russo

A pesar de que hay muchas personas que se resisten a los nuevos cambios originados por la era digital, es inútil no aceptar la globalización actual, debido a los avances en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación. Hace 20 años atrás, entre los medios de comunicación de masas con más penetración en la sociedad, el más difundido era la televisión. La misma cumplía el papel de “dama de compañía’’ para muchas personas, sin importar edad, sexo y condición social.

Por lo tanto, la televisión como medio de comunicación, tuvo y tiene aún hoy en día, importantes funciones que debe cumplir para su audiencia. Su competencia es la de informar, educar y entretener, seguramente son los verbos que están presentes en su misión, pero ¿es realmente esta la función que cumplen en la sociedad?

Sin embargo, la televisión muchas veces sacrificaba su tarea para convertirse en un mero instrumento de entretenimiento, transmitiendo una programación carente y decadente, a la mayor cantidad posible de audiencia, a fin de hacer de la misma un lucrativo negocio. Pero el efecto inmediato del bombardeo y la saturación publicitaria, donde impedía el libre disfrute de la programación, provocó que los canales de televisión genéricos comenzaron un lento pero imparable deterioro, perdiendo televidentes. La solución para tal dilema fue tematizar los canales de televisión.

Previendo la desmitificación de la tele, aunado con el estar a las puertas de la era digital, los nuevos canales comenzaron a migrar para transmitir contenidos únicos, es decir, noticias, deportes, películas y series, documentales sobre la naturaleza o sobre la historia de la humanidad. Nacieron así los canales temáticos, que era una forma de segmentar aún más al público receptor y saber que pautas publicitarias eran necesarias colocar en cada uno de estos nuevos medios, determinado por el público a quien estaba dirigida esa programación establecida. Ejemplos, tenemos a ESPN y FOX Sport, especialistas en deportes; CNN, Fox News, Al Jazeera, Russia Today (RT), Euronews, programación netamente informativa; HBO, FOX Movies, Turner Classic Movies (TCM), Action eXtreme Network (AXN), solo para nombrar algunos, su programación son películas y series. National Geographic, History Channel, Discovery y otros, netamente documentalistas, sobre animales, la naturaleza o la historia de la humanidad.

Ahora, gracias a la evolución de las nuevas tecnologías, la televisión ha mutado porque Internet y los avances tecnológicos propiciaron el nacimiento de una nueva forma de verla, que son los canales en streaming u online, en el cual podemos construir la programación a nuestro gusto y necesidades de ocio.

Debido a la autopista de la información y el aumento de la capacidad para transmitir data, en la actualidad podemos tener acceso a un sin fin de películas y series de televisión, nuevas o de vieja data.

Esta nueva manera que ha evolucionado la televisión, nos permite tener la capacidad de ver lo que queramos y cuando queramos, pagando una suscripción mensual y dependiendo del plan que se escoja, puede variar el monto a cancelar.

Compañías que ofrecen estos servicios son muchas, en nuestro país la más conocida es Netflix, pero en el espectro digital, hay otras que ofrecen una programación atractiva para usuarios de diferentes gustos.

Por ejemplo tenemos a Hulu Plus, donde ofrece programas de televisión actuales y antiguos; Cloud Load, este se basa que toda la información se encuentra en la nube, que permitirá al usuario tener acceso a ver películas, series de televisión, documentales o escuchar música, en cualquier dispositivo móvil, sin necesidad de descargar archivo alguno. Tenemos Amazon Prime Instant Video, que posee una enorme biblioteca de películas y series de géneros variados y a veces tienen ofertas que se repiten en otras plataformas. De más reciente data, pero conquistando mercado, está Disney+, que tiene una programación variada, debido a que en los últimos años han comprado Fox Movies, Lucasfilm (Guerra de las Galaxias) y Marvel Studios (saga de Los Vengadores). Estos son los más conocidos, sin embargo en el mercado actual hay muchos, ofertando variedad de productos.

Con esta nueva manera de segmentar la televisión, ha prevalecido el entretenimiento sobre la formación educativa y cultural de las personas. La espectacularidad de los superhéroes, opaca las producciones audiovisuales educativas y formativas que puedan ofrecer alternativas de ocio.

Además, a raíz del nuevo modo en tratar la información, los canales especializados en noticias, no han podido evitar en muchas oportunidades, la forma sesgada que presentan los hechos noticiosos o estructuran programas de opinión sobre un tema determinado, esto debido a que son condicionados por los ideales e intereses económicos y políticos de los accionistas o directores de estos nuevos medios de comunicación.

No olvidemos hablar sobre la programación infantil, que cada día son más violentos, alimentados por esa gran industria de los videojuegos, donde programas como el Fornite, en el cual su manera tan particular de salvar al mundo a raíz de la desaparición de gran parte de la raza humana se realiza a través de actos de violencia, en pocas palabras, el poder de fuego está por encima del poder de la conciliación y el entendimiento.

En la innovadora forma de estructurar a los nuevos medios, no dejemos a un lado a las telenovelas, películas, miniseries y series, que a pesar que estamos en la era digital, su temática sigue exaltando la vanidad, el adulterio, el engaño, la violencia, las deformaciones del lenguaje y la manera fácil de conseguir las cosas a través de personajes con poca o ninguna orientación al logro o a la verdadera afirmación y con clara orientación a un malsano poder. Les suena La casa de papel, Los Simpson, Dragon Ball Z, la saga de Crepúsculo y pare de contar.

Para hablar de las cuestiones éticas de cualquier medio de comunicación de masas tradicionales y sus diferentes programaciones, como las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se deben ver bajo una perspectiva sociológica, que plantea como problema principal las relaciones entre estructura social, sistema de poder y modelos de valor.

La función de la comunicación de masas, que ha evolucionado gracias a las nuevas tecnologías, es la construcción para sus usuarios, de un compendio de conocimientos, actitudes y competencias por un lado, y por el otro, las audiencias deben actuar con responsabilidad y actitud crítica, como un individuo que piensa y puede y debe tomar decisiones para diferenciar entre lo bueno y lo malo.

En infinidad de oportunidades, los usuarios son esclavos de los programas de televisión, series, películas o documentales y redes sociales durante su tiempo libre, pero ese no es el problema, la duda es, ¿qué de positivo puede darle el hecho de permanecer largas horas sentado, absorto, viendo una pantalla que en muchas oportunidades no es más grande de 6 centímetros, idos, incapaces de levantar la cabeza para apreciar su realidad y fugarse en la virtualidad que te ofrece Internet? Entonces, la pregunta que viene a continuación sería, ¿son capaces de analizar y seleccionar correctamente la información generada por las redes sociales y los nuevos medios de comunicación?

Los medios de comunicación, juntos con las nuevas tecnologías de la información, a veces no son conscientes de su misión, que es brindar a la audiencia, veracidad de los hechos y acercamiento a la realidad, dejando convenientemente de lado, al preferir cautivar la mayor cantidad de público sin medir la calidad de los programas transmitidos para ello. Por su parte, la audiencia se deja llevar sutilmente por esta programación sin oponer ningún tipo de resistencia. Pareciera que su concepto de matar el tiempo no incluye la posibilidad de utilizarlo para enriquecerse personalmente. Los hacedores de la nueva televisión, sea tradicional, por cable o de manera online, así como datos difundidos a través de Internet y las redes sociales, están al tanto de la debilidad del público receptor, en vez de aprovechar la oportunidad para transmitir una programación que colabore con el crecimiento cultural de la audiencia, pero, nunca puede faltar un pero, entonces ¿qué pasará con la audiencia? Y por ende, ¿qué pasará con la publicidad? Pareciera que estamos frente a un círculo vicioso, que cada uno en su posición conoce, pero no puede arreglar.