OPINIÓN

Choque de titanes: Occidente vs BRICS en la era de la hegemonía global

por Dayana Cristina Duzoglou Dayana Cristina Duzoglou

«El futuro no pertenece a quienes esperan, sino a aquellos que actúan con audacia».

Esta máxima nos obliga a mirar con detenimiento lo que sucede hoy en el mundo, donde el poder global parece estar en plena redistribución. La 16ª Cumbre de los BRICS, celebrada en Kazán, Rusia, en octubre de 2024, subraya un cambio tectónico en el orden internacional. Con la expansión del bloque y la entrada de nuevos miembros—Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía—este conjunto de países, originalmente vistos como economías emergentes, ahora representan casi la mitad de la población mundial y el 36% del PIB global.

Nuevos miembros y expansión del bloque BRICS

El bloque BRICS, que ahora cuenta con nueve miembros, ha mostrado una capacidad impresionante para consolidar su influencia:

Aspecto Datos
Nuevos miembros Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía
Miembros totales 9: Brasil

Rusia

India

China

Suráfrica

Egipto

Irán

Emiratos Árabes Unidos

Etiopía

Población total del bloque 45% de la población mundial
PIB global 36%
Producción petrolera mundial 31%
Exportaciones globales 22%
Reservas de oro 40%
Tierras raras Dominio de 60% de los minerales esenciales para la tecnología avanzada

Esta expansión, aunque gradual y estratégica, envía un mensaje claro: los BRICS se están preparando para reestructurar las bases del orden geopolítico mundial. Este foro ha evolucionado desde su creación en 2006, y hoy atrae a países de África, Medio Oriente y América Latina, que ven en este bloque una oportunidad de fortalecer su posición frente a Occidente.

El sistema financiero en juego: Desafíos a la supremacía del dólar

La desdolarización es uno de los temas centrales que emergió durante la cumbre. En un intento de reducir la dependencia del dólar estadounidense, los BRICS discutieron la creación de una moneda común, aunque todavía no se concretó nada definitivo. La influencia del dólar en el comercio internacional se está erosionando. A día de hoy, el 45% del comercio global ya no se realiza en dólares, y este porcentaje sigue creciendo.

Además, los BRICS están trabajando en la creación de un sistema de pagos internacional que ofrecería una alternativa al sistema SWIFT, utilizado por los bancos occidentales. De tener éxito, esto podría desplazar aún más el uso del dólar en transacciones internacionales y fortalecer la soberanía financiera de sus miembros.

Estadísticas clave del sistema financiero global

– Deuda pública de EE UU: 140% del PIB

– Deuda pública europea: Promedio de 98% del PIB

– Control de las reservas globales: BRICS dominan 40% de las reservas mundiales de divisas

Occidente en crisis: Factores internos que debilitan su poder

Mientras los BRICS se consolidan, Occidente parece estar en crisis. La polarización política, el estancamiento económico y el declive de la cohesión social amenazan con socavar su hegemonía global. En Europa, el envejecimiento de la población nativa y las bajas tasas de natalidad han creado una transformación demográfica sin precedentes.

Tasas de Natalidad en Europa (2024)

– Población nativa europea: 1.6 hijos por mujer

– Población musulmana en Europa: 3.4 hijos por mujer

Estas cifras sugieren que la población europea nativa se está reduciendo, mientras que las comunidades inmigrantes, especialmente las de origen musulmán, están creciendo a un ritmo acelerado. En ciudades como Bruselas, Marsella, y Birmingham, la población musulmana ya representa entre el 25% y el 33%, y estas cifras seguirán aumentando en las próximas décadas.

Este fenómeno ha sido acompañado por el cierre de iglesias y una crisis espiritual que marca el declive de la civilización judeo-cristiana:

Cierre de Iglesias en Europa (2024)

– Holanda: 70% de las iglesias han cerrado desde 1975

– Francia: 60% de las iglesias están en riesgo de cierre o demolición

– Reino Unido: Más de 500 iglesias han sido convertidas en mezquitas desde 2000

Modelos en conflicto: Democracia liberal vs Control social chino

El ascenso de los BRICS ha reavivado una lucha ideológica que parecía haberse resuelto tras el fin de la Guerra Fría: la democracia liberal occidental frente al control social representado, principalmente, por China. Los valores liberales que sustentaron el crecimiento de Occidente en el siglo XX están siendo desafiados por un modelo de gobernanza más autoritario, donde el control estatal de la sociedad y la economía ha demostrado ser eficiente para generar crecimiento.

Datos sobre educación y valores en Europa

– 30% de escuelas en áreas metropolitanas europeas han eliminado contenidos «culturalmente sensibles».

– 45% de universidades europeas han modificado sus programas para «descolonizar» el currículum.

– 60% de estudiantes europeos creen que los valores occidentales son «opresivos».

Este debate entre los valores tradicionales occidentales y la rigidez de los modelos autoritarios plantea preguntas críticas sobre el futuro del liderazgo global.

Conclusión

Confrontación global: Escenarios futuristas y la nueva guerra fría

La expansión del BRICS y la fragilidad interna de Occidente plantean un futuro incierto. Los escenarios incluyen desde una competencia geopolítica pacífica hasta una nueva Guerra Fría. En el horizonte se vislumbra la posibilidad de una confrontación abierta, en la que el declive demográfico y cultural de Europa, sumado a su pérdida de influencia económica, podría ceder terreno a nuevas potencias emergentes.

El declive de Occidente, evidenciado por su crisis interna y la creciente influencia de potencias alternativas, nos deja con una pregunta esencial: ¿Podrá Occidente reinventarse a tiempo para preservar su legado, o será reemplazado por un nuevo eje de poder liderado por los BRICS en donde el control social chino se imponga y cercene todos nuestros derechos a ser libres y a tener una vida privada?

Tal como dijo el filósofo ruso Aleksandr Solzhenitsyn«En el crepúsculo de una civilización, los últimos rayos de sol iluminan no solo lo que se pierde, sino también lo que podría haber sido salvado.» ¿Estará Occidente condenado a ser un espectador pasivo en la reconfiguración del poder mundial, o encontrará en esta crisis una oportunidad para renacer de sus cenizas?