La Universidad Central de Venezuela ha estado en el centro de la opinión pública nacional durante las últimas semanas. Luego de años sin poder elegir sus autoridades, se logró convocar a la comunidad universitaria para seleccionarlas en todos los niveles. La alternabilidad en el ejercicio de las funciones conductoras es vital para el crecimiento de las organizaciones.
La universidad venezolana en general ha sido víctima, en estos años de la revolución, de un cerco institucional y financiero que ha limitado severamente el ejercicio de su democracia interna y el pleno desarrollo de sus funciones. La cúpula gobernante ha querido controlar y someter a la institución universitaria, pensando que con ello puede avanzar en el control absoluto de la sociedad. Se han encontrado con un sólido muro de resistencia. En cada casa de estudios superiores hemos contado con mujeres y hombres de elevados principios y de recio carácter, que han resistido la embestida autoritaria contra la libertad de cátedra, la autonomía de la academia y la defensa de los valores democráticos de la sociedad y de la universidad.
En la UCV una de esas voluntades indoblegables ha sido el profesor Nelson Chitty La Roche. Su recia personalidad ha estado presente en su seno para defender la República y la universidad, pero sobre todo defender el derecho de nuestra juventud a la educación y al crecimiento intelectual y social.
Nelson Chitty La Roche es un destacado ciudadano, jurista, tribuno, figura pública por muchos años, escritor y articulista de fina pluma y densos contenidos, que ha hecho de su cátedra en la Universidad Central de Venezuela un apostolado por la nación, por su juventud, por los valores superiores de la justicia, la libertad y la democracia. Cuarenta años ininterrumpidos entregados a la juventud venezolana, en las aulas de nuestra alma mater, constituyen un testimonio de servicio que ha sido recientemente reconocido por un segmento significativo de la comunidad universitaria y nacional.
En efecto, con ocasión del proceso electoral, cumplido en su primera vuelta, para elegir a las nuevas autoridades de la UCV, el profesor Nelson Chitty La Roche se postuló para el cargo de vicerrector administrativo recibiendo un respaldo que lo colocó en primera plana de la comunidad universitaria y de la comunidad nacional. Ahora, el próximo 30 de junio será la segunda vuelta, en la que le deseamos y recomendamos su elección. En todo caso, cualquiera que sea el resultado de esa votación, lo que deseo colocar de relieve es el recio compromiso con el país y con la universidad que ha caracterizado a este distinguido amigo y compañero de luchas por la dignidad humana, la justicia social y la democracia.
Chitty no se ha limitado a ser un excelente docente que va de su casa a la universidad, al escritorio profesional y de nuevo a su entorno privado. Ha sido a lo largo de su existencia un hombre de pensamiento, de ideas y de luchas sociales y políticas. Ha ejercido con brillo, sencillez y también densidad científica su cátedra jurídica, especialmente en el área del Derecho constitucional. Pero su magisterio no solo es técnico y científico, es además una pedagogía ciudadana, para una juventud universitaria que llega a las aulas buscando conocimientos, experiencias y relaciones humanas con las cuales construir sus propias vidas.
Pero más allá de la universidad ha estado presente, en primera línea, desde muy joven, en las luchas de nuestra nación para construir una sociedad donde el derecho y no la arbitrariedad sea el ordenador de la vida social. Abrazó la causa de la democracia cristiana, allí se sumergió en el estudio del pensamiento judeo cristiano. Conoció la evolución de la filosofía y de las ideas que han movido al mundo y han producido la arquitectura social de estos tiempos. Allí entendió, con el estudio de la historia, la complejidad de la vida humana y de la evolución de la humanidad.
Su presencia en las comunidades populares de Caracas, Petare y en la vasta e intrincada geografía nacional aceró su espíritu, fortaleció su carácter y lo hizo parte de ese tejido humano que es nuestra sociedad, con sus virtudes y sus limitaciones, con sus grandezas y sus miserias.
En ese quehacer ciudadano, político y partidista se sembró en el corazón de muchos compatriotas que le reconocemos su bonhomía, su talento, su honestidad y su compromiso con los valores superiores del humanismo.
Esas cualidades lo llevaron por tres periodos consecutivos al Parlamento nacional, donde ejerció con brillo la representación de los ciudadanos. Destacó como diputado y líder parlamentario, en la presidencia de comisiones importantes, como la de Contraloría, en los tiempos en los que el Parlamento ejercía a plenitud sus funciones de representación, legislación y control de los demás poderes del Estado. Fue jefe de bancada parlamentaria, y como tal, factor fundamental en la conducción del Poder Legislativo nacional.
Nelson Chitty en la UCV, en la cátedra, en el Consejo Universitario, en el Vicerrectorado y en los pasillos es y será un testimonio de autenticidad, una voz que habla a la conciencia, un científico del Derecho, una cátedra de civismo, civilidad y ciudadanía, un ejemplo de sencillez, honestidad y autenticidad.
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