Todas las agencias especializadas y expertos analistas del globo indican que la desaceleración económica de la China comunista trae consigo, obviamente, menos consumo de energía (de petróleo, concretamente diésel) y ello afecta el precio del barril para el consumidor global.
Aunque Estados Unidos continúa siendo el principal consumidor/productor de petróleo del mundo, le sigue de cerca el gigante asiático consumidor de fósiles (carbón, petróleo)China. No creo que el PIB chino llegue al objetivo del gobierno del 5%.
Ante ese escenario, hoy septiembre 2024, China consume menos petróleo y por tanto empuja precios del barril “para abajo”. Sólo como ejemplo: en julio 2024, el consumo de petróleo en China disminuyó en 280.000 bpd (barriles de petróleo día) respecto a julio 2023. La propia OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) pronostica que China reducirá su consumo diario de petróleo de 700.000 bdp a 650.000 bpd.
Siendo así, el precio del barril Brent pasó de 82 a 70 dólares.
¿Pero por qué ocurre esto?
La respuesta es contundente -y pueden averiguar con economistas y analistas de mucho más peso técnico que quien escribe éstas líneas-, la caída de consumo de petróleo de China es por la ralentización económica principalmente que afecta su industria, comercio, construcción y todos los sectores de la economía estatista china. China dejó de utilizar diésel, principalmente, porque ya indicamos la desaceleración de su actividad económica (desaceleración en la construcción) e incremento de uso de gas natural licuado (GNL) en camiones pesados.
Esto es: “…el resultado de un régimen económico con excesiva intervención estatal e insuficiente libertad de mercado que reprime los llamados “espíritus animales” y reduce el consumo interno; más aumenta el gobierno chino su control sobre la economía y más se vuelca en aumentar la inversión industrial. Esto, a su vez, genera más sobrecapacidad e intensifica las tensiones con Occidente.” indica el preciso análisis de Miguel Otero a tal punto que se pregunta si la Unión Europea debe “rescatar” a China.
La Agencia Internacional de Energía (AEI) en su informe sobre el mercado del petróleo estima que la demanda global de petróleo será -con un incremental de 900.000 bpd en éste 2024- hasta llegar a consumir globalmente 102,9 millones bpd; pero indicaban antes -menos cautelosos- que el incremental sería de 970.000 bpd. Para 2025, la AEI, mantiene en análisis de consumo de petróleo -con incremental de 950.000 bpd- de manera que el consumo global alcance 103,9 millones bpd.
Para intentar contener la caída de precios OPEP trata de recortar “en algo” la producción: Arabia y Rusia voluntariamente reducirán 1,3 millones bpd, aunque esos esfuerzos no creo que sean suficientes. Más aún si Rusia necesita dinero para seguir su aventura de invasión fallida a Ucrania. “Es probable que se alcancen los 60 dólares (por barril Brent) en algún punto relativamente próximo”, dice Ben Luckock, de Trafigura, cuyas palabras están regadas por todo internet.
Siendo así, no habrá nunca el famoso peak petrolero, vale decir que se agote el petróleo, en todo caso hay petróleo para mucho tiempo más y es ahora que se necesita entender que es necesario impulsar de forma ordenada y sin molestar a la economía norteamericana la energía renovable (solar, eólica e hidrógeno, además de nuclear y gas natural) y mejorar condiciones tecnológicas de producción, refino de petróleo. “Producimos mucho más petróleo del que consumimos y las previsiones apuntan a que ese equilibrio empeore en los próximos años”, dice Torbjörn Törnqvist (Gunvor). De manera que se debe continuar impulsando la transición energética con racionalidad y sin fundamentalismo verde.
En ese contexto Estados Unidos y Guyana, principalmente, crecen en producción de petróleo, añadiendo casi 2 millones bdp en esta gestión 2024 y se espera que continúe tendencia.
Bueno, así está, de momento, la foto de China. ¿Qué lindo sería que hubieran elecciones en China, verdad? Fuera una de las principales democracias del mundo y dejaría de lado su profundo estatismo/socialismo que con sus inadecuadas políticas generó, por ejemplo, la sobre producción de vehículos eléctricos, miles de los cuales están botados en “cementerios”, porque no pudieron “acomodarlos” en el mercado y porque esa industria de la movilidad eléctrica está en constante avance.
Porque entender el mercado, penetrar el mercado, mantener una cuota del mercado y ofrecer productos competitivos al mercado únicamente se puede hacer desde la perspicacia y resiliencia innovadora permanente de la empresa privada disruptiva y no desde el estado socialista empobrecedor.
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