Con el fraude Nicolás Maduro no solo le robó los votos y la voluntad a la derecha y ultraderecha venezolana, también se los robó a toda la izquierda e incluso a la mayoría de la fuerza armada que votó en su contra y en unidad por Edmundo González Urrutia.
Maduro es un autócrata sin escrúpulos, con muchos jóvenes civiles y militares presos de la oposición, pero muchos más de la izquierda, por reclamar ante su intento de violar la soberanía popular y despojar el legítimo derecho a decidir con el voto, al no reconocer cobardemente su derrota.
El chavismo, la izquierda y los comunistas tienen tiempo actuando en contra de Maduro y con mucha determinación.
La ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, relacionada con el chavismo, fue quien impulsó junto con cinco presidentes la acusación sólida que produjo la apertura e investigación de Nicolás Maduro en la Corte Penal Internacional.
Actualmente Juan Barreto y otros líderes de la izquierda, como María Alejandra Díaz, ejercen acciones legales y políticas en contra de Maduro, a favor de la Constitución y el pueblo.
Son muchos partidos y dirigentes políticos chavistas, movimientos de izquierdas que ya se habían separado del PSUV, como es el caso del Partido Comunista de Venezuela; la izquierda que siempre fue antichavista, otra izquierda que simplemente no es chavista, los que no comparten el fraude que cometió Maduro.
Para la izquierda, Maduro ha desarrollado un Estado centralizado con un muy mal funcionamiento de los servicios básicos, bajos sueldos y pensiones, militarización de los espacios políticos civiles, no existe la autocrítica, no hay control popular de los recursos del Estado, total falta de contraloría social, el desmontaje de las instituciones que distribuían la renta petrolera a lo social, muchas razones de peso para la lucha contra Maduro.
La democracia participativa y protagónica fue eliminada por Maduro, la consigna de la élite es “Lo que diga Nicolás”.
Maduro fue desmontando la Constitución de 1999, el Estado de Derecho y la justicia social, con múltiples decretos de estados de excepción, la ley antibloqueo, las zonas económicas especiales, una constituyente fuera de la Constitución y del pueblo.
En esta oportunidad el chavismo, la izquierda y los comunistas son oposición y siempre se han caracterizado por un profundo amor a la democracia, libertad y a la patria.
El llamado está siendo a aquellos que decidieron voluntariamente cambiar a la derecha, los que siguen creyendo en el socialismo, la izquierda, los comunistas, los socialdemócratas, pero sobre todo los que han dejado de creer en la política, saben que tienen un reto por delante que los une.
Luego de muchas consultas y de opiniones expertas de civiles y militares que se definen revolucionarios, sobre cómo salir de esta dictadura, solo queda la lucha en unidad y acción, la izquierda, chavistas, socialdemócratas, marcharán en enero de 2025 desde cada rincón del país hacia la capital Caracas en una gran marea roja, por la libertad y la democracia de la República, de una forma decidida y determinada como solo la izquierda sabe hacer, para impedir que ocurra la proclamación y consolidación de Maduro.
Muchos líderes nacionales y regionales, comunistas, chavistas y de la izquierda actual tienen sus aspiraciones legítimas de llegar algún día a conducir los destinos del país, y se están esforzando en este momento a planificar, organizar, dirigir y darle vida propia a este movimiento popular, revolucionario y ciudadano.
Así como Maduro usurpa el cargo en Miraflores, también usurpa el color rojo y la figura del comandante, lo usan para cometer sus barbaridades contra la soberanía popular, los obreros y el pueblo humilde, el chavismo, la izquierda y los comunistas usarán el color rojo y símbolos de Chávez en sus franelas y gorras para reivindicar la izquierda ante el país.
Están orgullosos de los colores y símbolos, además de que les permitirá llegar donde queremos y actuar contundentemente contra la casta política que dirige Maduro.
Los detractores de Maduro Somos Mayoría y no necesitan ocultar las intenciones, allá aquellos que siendo minoría pretenden someter a todo un país.
El marco constitucional obliga a desobedecer cualquier usurpación del poder y planificar, organizar, ejecutar y supervisar la restauración de su validez y aplicación.
Absolutamente el pueblo tiene muchas demandas legítimas democráticas que Maduro ha vulnerado y en este momento existe una articulación perfecta entre dirigencia política, el momento político y el pueblo. Están decididos a actuar, a tener una identidad como pueblo libre, desarrollado y ciudadanos respetuosos de los derechos individuales y colectivos.
Por las circunstancias de la vida y la represión brutal del régimen, sobre todo contra el chavismo y la izquierda, por rechazar una gestión antiobrera y represión en las zonas más populares y pobres; tocó acompañar y apoyar como opción para la transición a Edmundo González Urrutia y María Corina Machado donde “por ahora” esperan que conduzca con política, a retomar el hilo constitucional y la democracia. Pero si producto de esa violencia desmedida y el terrorismo de Estado que aplica el régimen, sobre la población y los políticos les impidiera continuar, la izquierda va a hacer lo que corresponde.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional