Por Servando Marín Lista*

I Introducción

A continuación, una carta abierta, en el entendido de que esta iniciativa lleva implícita la idea de abrir un debate, el cual consideramos de notable interés para todo el país, por tratarse de la particular relevancia que tiene el acta final de la comisión de sustentación histórica de la Casa Natal de Sucre de Cumaná. Aquí nos permitimos denunciar los daños patrimoniales al entorno urbano-arquitectónico de la referida poligonal histórica, ambiental, cultural y patrimonial; los daños irreversibles a la memoria del lugar y el desprecio por la historia local de Cumaná. Por ello, con un aislamiento teórico y un mal enfoque, nos preguntamos: ¿El proyecto de la Casa Natal de Sucre en Cumaná es la proyección geométrica ortogonal de la pintura de Felipe Meneses? Sobre ello la comisión menciona (2024) algunos aspectos históricos relevantes:

“ (…) gracias a descripciones que ha recibido en el transcurso del tiempo de parte de personas acreditadas, especialmente del fallecido Cronista de la Ciudad, el Dr. Rafael José Gómez Rodríguez (…) se corresponden a un palacio nobiliario de finales del siglo XVIII, de estilo ilustrado o rococó, de los que se acostumbraba a construir para personas pertenecientes al gobierno regional o a ricos comerciantes, con volúmenes coherentes con el estilo, y posicionamiento sobre podio clásico, lo cual es propio de una residencia de ese nivel social, construida sobre un terreno de esas características, lo cual expresa un alto nivel adquisitivo por parte de los propietarios. El palacio se presenta con la fachada principal hacia la vía de acceso al Castillo San Antonio de la Eminencia y la fachada lateral (profundidad) sobre la actual Calle La Luneta, dominando la vista de la Plaza de Armas”.

Se presenta lo que pudo ser el canon constructivo y estético de la Casa Natal de AJS, en correspondencia al uso y estilo de la medianía del siglo XVIII en Cumaná y otras ciudades venezolanas; y españolas:

En líneas generales, nos recuerda la tipología de los palacios aristocráticos, propuesta por el arquitecto don Diego de Villanueva, en 1773, en Madrid. Esta tipología de palacio ilustrado fue ampliamente imitada en España y en toda Hispanoamérica, con innumerables variantes según el gusto de los propietarios. La fachada principal del edificio se presentaba a dos niveles; en ellos, había siete módulos en cada piso; y en la fachada lateral que daba hacia la plaza, había cinco módulos en cada piso. Esta disposición da la impresión de que el palacio era casi cuadrado, aunque en realidad era rectangular, porque los módulos de la fachada principal eran un poco más anchos, que los de la fachada lateral”. (1)

Desde esta descripción se resolvió que la arquitectura de la casa de Sucre de Cumaná debería tomar la proyección geométrica ortogonal de la pintura de Felipe Meneses -que no tenía un diseño establecido-, pero sí la clara intención orgánica con que se construiría ese “proyecto sin arquitectos e ingenieros” hasta ese momento. Dando así con una solución salomónica, centralista y tecnócrata con el “proyecto de arquitectura” resuelto que dejara satisfecho el propósito de ecuanimidad estética funcionalista de todos y cada uno de los miembros de la comisión de sustentación histórica.

II Desde la historiográfica tradicional-antropológica-científica

No es una novedad esta intervención violenta de la casa de Sucre del siglo XXI, que interrumpe la continuidad histórica urbana para imponer una nueva ciudad sobre la ya existente. Es posible que Venturi, Izenour y Scott (2000) pudieran hacer entender el proyecto urbano arquitectónico de la Casa Natal de Sucre, desde tres visiones o enfoques:

      1. El primero, desde la historiografía tradicional, cuerpo conformado por historiadores y cronistas.
      2. El segundo, desde la historiografía antropológica y científica, con las operaciones propias del análisis urbano, que incluye la postura epistemológica de la historia local.
      3. El tercero, desde el aislamiento teórico equivocado de la historiografía tradicional-antropológica-científica, que inexorablemente borrará la memoria del lugar y consumará el desprecio por la historia local.

Desde el punto de vista de la historiografía-antropológica-científica, nos encontramos con varios detalles en la visión de la historiografía tradicional, pareciera ser un fenómeno local en el empeño sistemático, por parte de estos historiadores y cronistas, en borrar toda memoria histórica que signifique las propuestas surgidas de las operaciones propias del análisis urbano.

La falta de continuidad discursiva en materia de una propuesta de investigación documental específica, en los trabajos que se han realizado en la localización de la casa natal de Sucre, son una constante que se repite sistemáticamente y estas responsabilidades no son de reciente data, ni exclusividad de un organismo determinado, por el contrario, cada vez son más frecuentes por parte de las acciones individuales de los actores anónimos, ególatras chiflados y estólidos de oficio, con adjetivaciones de sus labores cada vez más incuestionables.

La falta de una visión de historia urbana local compartida hacia el futuro, reduce las propuestas de investigación documental específica a cortas labores en el tiempo y de efecto rápido para el impulso de alguna aspiración de una gestión administrativa, necesarias para los tiempos políticos de promoción en que vivimos, los cuales son válidos pero que no solucionan los problemas de fondo para la cimentación del patrimonio histórico, cultural y ambiental, el apoyo al concepto de monumento y el fundamento de la memoria colectiva de la ciudad de Cumaná.

Ante el horror de no encontrar posible definición teórica estética para darle algún valor conocido a este proyecto urbano de la casa natal de Sucre, ni desde la estética estrictamente clásica, técnica decimonónica o romántica tardía, para poder darle algún crédito tipológico o utópico, debemos buscar otro ángulo para observar y encontrar algún valor que no vemos en lo clásico o racional, pareciera oculto o quizás una jugada en el campo estético local, desde cualquier visión académica o técnica en el campo teórico del diseño urbano, no es desconocido y es digno de poder identificar como un aporte a la identidad local reflejada en sus construcciones.

III Desde una visión más de contratistas que de historiadores

Consideramos que los tractores que se encargaron de limpiar de historia este gran fragmento urbano del área de interés histórico, fueron dirigidos por la comisión de sustentación histórica de la casa natal de Sucre, con muy poca orientación teórica de las vanguardias históricas del momento, y si tuvieron que ver con visiones administrativas jerárquicas y centralistas de características más de contratistas de obras civiles que de historiadores.

En consecuencia, clamamos para que la participación social se facilite con los mecanismos democráticos que propicien las condiciones para que las comunidades organizadas hagan llegar su voz y sus propuestas, por lo tanto:

a. La comisión de sustentación histórica, a los arquitectos ausentes no abrieron paso sobre la historia y la memoria física de la ciudad. Nos dejaron un proyecto inconcluso que debió enfrentarse a los cambios característicos del tiempo, las incertidumbres y a la realidad de su contexto

b. No tuvieron ni tan siquiera un proyecto concreto, pero si dejaron la ruina y el olvido en la ciudad con historia y con memoria, mostrando su vergüenza al pasado sin poder evitarla de forma física, en este caso, en la misma área de interés histórico de la ciudad de Cumaná

c. La comisión debe aclarar que la información contenida en la «justificación y el acta final» tengan exclusivamente el carácter informativo y que su vigencia no esté sujeta al análisis de la participación social. De tal manera, que la participación ciudadana está ligada a la democracia protagónica por ser ésta la principal forma de gobierno que se sustenta en el diálogo e interacción entre los ciudadanos y los asuntos del Estado

d. Debe hacer una revisión sobre el tipo de participación ciudadana, con el objetivo de identificar y caracterizar los mecanismos de participación, así como de la metodología utilizada -el análisis y revisión cualitativa junto con algunos otros elementos para su efectividad en el aparato público-, de tal manera que se convierta en un aporte a la discusión teórica y puesta en práctica de los mecanismos de participación en la gestión pública

IV Desde el punto de vista de la teoría del urbanismo

En efecto, desde el punto de vista de la teoría del urbanismo, nos encontramos con varios detalles a destacar:

i. Pareciera ser un fenómeno local en el empeño sistemático, por parte de los actores con poder para intervenir y transformar físicamente la ciudad. En borrar toda memoria histórica que signifique el movimiento moderno y las propuestas surgidas de la exposición de un marco teórico-metodológico de la investigación, la planificación, organización, producción y diseño del espacio urbano arquitectónico de la casa de Sucre de Cumaná.

ii. La falta de continuidad discursiva en el diseño urbano arquitectónico en las obras que se realizarán en la casa de Sucre de Cumaná, son una constante que se repite sistemáticamente y estas intervenciones no son de reciente data, ni exclusividad de un organismo determinado, por el contrario, cada vez son más frecuentes por parte de todos los organismos públicos y privados, en las acciones individuales de los actores anónimos y los resultados de estas obras son cada vez más cuestionables.

iii.    La falta de una visión de ciudad compartida hacia el futuro, reduce las acciones urbanas a cortas intervenciones en el tiempo y de efecto rápido para la promoción de alguna gestión administrativa, necesarias para los tiempos políticos de promoción, los cuales son válidos, pero no solucionan los problemas de fondo para la construcción de la ciudad.

iv. Por la experiencia vivida en los últimos años creemos que estas acciones enturbian las buenas relaciones de los ciudadanos entre sí y sus instituciones, la casa de Sucre y el proyecto urbano están a favor de la promoción, del tiempo inmediato y no pasa a ser más que una acción efímera, no hay relación con lo anterior y tampoco remite al futuro, son una sola nota musical suelta.

v. Se rompió unidad histórica, por inmediata que esta sea, ni pensar que se construye con coherencia en nuestro contexto, imponiendo valores que conserven la memoria urbana y diseños vanguardistas.

vi. Se desperdicia suelo urbano, se juega a construir un pasado en el presente, se permiten construcciones falsas y se propone destruir edificios reales.

Promoviendo la reflexión más que a la agresión dejamos estas simples pero sentidas palabras, y desde la Asociación de Cronistas e Historiadores Sucrenses, solicitamos no volver a ser mal interpretados por la culpa de responder al “deber ser” en su momento y tiempo de acción.

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(1) www.aporrea.org/regionales/a328991.html

*Arquitecto.


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