Montaner

Querido y admirado Carlos Alberto Montaner Suris:

Carlos Alberto, hace tan solo un mes, tuve el privilegio de verte nuevamente con tu familia: con tu hija Gina y como siempre acompañado de Linda, tu esposa, con quien formas una pareja única y especial.

Una bella historia de amor. Carlos Alberto Montaner a los 14 años conoció a Linda, a la que sería su esposa. Ese encuentro se dio en un contexto nada romántico. Fue cuando estalló una bomba en un club social de La Habana con sus padres. Él se acercó a ayudar a una chica de su edad que lloraba junto a sus hermanos menores. Dos años más tarde, Carlos Alberto se casó con esa joven.

Después de un tiempo sin coincidir, nos vimos en un ambiente festivo. Fue en el hotel Wellington, Madrid, donde se llevó a cabo un homenaje para Mario Vargas Llosa, se celebraba su incorporación a la Academia de la Lengua Francesa.

Carlos Alberto, revivo ese momento y tengo presente tu sonrisa, esa que te caracteriza y que ilumina tu rostro. Nos dimos un abrazo efímero, que significó un viaje a través del tiempo, de otros encuentros, evocando recuerdos y memorias que se entrelazan en un instante que transmitía seguridad y cariño: dos viejos amigos que no se han visto en mucho tiempo. Qué alegría volverte a encontrar.

Carlos Alberto Montaner, al amigo, escritor, luchador, quien con sus acciones y palabras se convirtió en un crítico vocal al régimen comunista cubano y en un defensor de la libertad y los derechos humanos.

Carlos, como siempre, tus palabras de interés por la situación de mi país son una muestra más de tu compromiso y solidaridad con los que sufren en Venezuela. Sin duda, los venezolanos te hemos considerado un verdadero amigo de nuestra causa y eso siempre es valorado. Has sido constante en tu demostración e interés y compromiso con la situación de Venezuela, los derechos humanos y la defensa de la democracia.

A lo largo de tu carrera, te has destacado como crítico al gobierno venezolano, liderado por Nicolás Maduro. Has denunciado enérgicamente las violaciones a los derechos humanos y las restricciones a las libertades fundamentales que se han producido en Venezuela.

No has dudado en abogar por la restauración de la democracia en Venezuela. En cuántos escritos y conferencias he escuchado cómo has defendido el derecho del pueblo venezolano a elegir libremente a sus líderes y a vivir en un país donde se respeten los derechos y las garantías individuales. Cómo has luchado incasablemente por restaurar la democracia en Cuba y en todos aquellos países que ha sido dominados por dictaduras. Siempre has puesto tu grano de arena en estas grandes luchas.

Además de tu labor periodística, te has mantenido firme y con mucho valor; hablando en foros internacionales, conferencias y eventos en los que has abordado la situación de los países que sufren regímenes totalitarios y has instado a la comunidad internacional a tomar medidas para apoyar a la sociedad venezolana y promover la defensa de los derechos humanos.

Montaner, el escritor, ese cubano de nacimiento no ha dejado nunca de luchar porque su patria de origen recupere la libertad.

Carlos Alberto Montaner, ese extraordinario ser humano  que nunca ha dejado de soñar y luchar. El reconocido escritor, periodista y político cubano que ha publicado numerosos artículos y libros a lo largo de su carrera. Y con sus letras, trabajos y publicaciones, de manera incansable nos ha acompañado por muchos años.

Carlos hay que resaltar que tu interés y dedicación reflejan tu compromiso con los valores democráticos y los derechos humanos, buscando generar conciencia y promover acciones que contribuyan a estimular la libertad en el mundo.

Después de tanto que has hecho y logrado, con satisfacción te escribo, que no hay dudas de que has llevado a cabo una carrera profesional exitosa en el periodismo, la política y la literatura. Y estás lleno de reconocimientos por tus diferentes labores.

Ha sido prolífera tu vida, más de 30 libros has escrito, en los que destacan Viaje al corazón de Cuba, La agonía de América, La libertad y sus enemigos, Los Libertadores y Manual del perfecto idiota latinoamericano, entre otros.

Cada día de tu vida has dejado una huella en tus lectores y seguidores. Cuántas enseñanzas en cada palabra que nos dejas y has sembrado el deseo de seguir luchando por la democracia.

En el periodismo, ese éxito no ha sido distinto. Has destacado por tu labor como escritor de artículos y análisis políticos. Tu estilo directo y crítico ha permitido generar impacto y contribuir al debate público en temas relevantes, tanto en Venezuela como en el mundo.

Has transitado la vida con gran actividad, has participado activamente en diferentes espacios y organizaciones, como la vicepresidencia de la Internacional Liberal. Tu voz y tus ideas han sido importantes en la defensa de la democracia, los derechos humanos y la libertad en América Latina y otras partes del mundo.

Leo tu carta, publicada en muchos medios de comunicación, donde nos das 2 malas noticias: informando a todos tus lectores sobre tu retirada, en plenas facultades, del mundo del columnismo y que tu retiro es motivado por una cruel enfermedad.

Cuánto dolor es saber que la causa, que te aleja de tus lectores, son por problemas de salud. Durante muchos años, tus artículos, libros e ideas me han acompañado y han sido una fuente constante de inspiración y aprendizaje en mi vida.

En este momento tengo la sensación de que las palabras no son suficientemente expresivas para decirte lo mucho que siento tus dolencias, tu padecimiento y tu retirada de los medios. Y para entender por todo lo que están pasando tú, Linda y tus hijos.

Me es imposible guardar silencio sobre tu despedida.  Te confieso, como fiel lectora y amiga, que voy a extrañarte. Me harán falta, cada semana, tus escritos en El Nacional y en otros tantos medios en los que publicabas.

Muy pronto espero tener una buena noticia sobre ti. Confío en la Ciencia, que avanza cada día. Espero leer el titular: “Carlos Alberto Montaner vuelve a los medios”. Somos muchos los que queremos compartir contigo el momento del rescate de la democracia en nuestro continente.

Y quiero decirte que tus escritos y acciones no han sido en vano. Has sembrado tus ideales libertarios.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!