Carta abierta a venezolanas y religiosos    

Foto Provea

La prensa ha destacado que gentes en Caracas, mujeres principalmente, manifestaron recientemente en favor de legislación que apruebe el aborto. A continuación, me refiero a una solución ecléctica:

(a) La preñez puede suspenderse cuando el feto no es hábil para vivir (primeras dos semanas) sin un proceso prenatal de ensamblaje de elementos biológicos, antes de empezar a conformarse una imagen humana.

(b) En estado prenatal el feto está en camino hacia vivir sin vivir todavía y por ello la suspensión del ensamblaje no es «muerte» (si el feto no está vivo no puede morir) y por tanto no se «mata» al feto, no hay «crimen» ni la suspensión es punible.

(c) La suspensión debe hacerse con ayuda de partera y dentro del primer par de semanas desde la cópula.

(d) En el ángulo médico, la solución depende de cada caso especifico y generalmente se actúa para salvar a la madre.

(e) Ello debe ser aclarado y sancionado de manera que el país sepa a qué atenerse en este delicado asunto (sin cambiar leyes; de esta manera también puede eliminarse la palabra «aborto»).

(f) Algunas religiones son anuentes a la contracepción y al aborto en ciertas condiciones.

(g) El cuerpo no se ha inventado a sí mismo. Dios lo ha diseñado para que el de la mujer sea nido del proceso de ensamblaje biológico que conduce a dar vida a otro cuerpo, luego de la cópula de dos personas (padre y madre) claves del proceso (y esa participación de ambos impide que este tema se analice solo desde el ángulo materno).

(h) Información médica revela que durante el desarrollo del feto se producen problemas que pueden causar la muerte del feto y de la madre. Es decir, el diseño de Dios permite imperfecciones que pueden interrumpir y hacer fracasar el ensamblaje: falla de inmunidad contra microorganismos, sustancias, antígenos, anticuerpos, flujos hormonales, traspasos involuntarios del cuerpo materno al feto que impiden su sano desarrollo o son fatales para el feto.

(h) Dios ha hecho un diseño que no da por supuesto ni seguro el nacimiento. Dios condiciona el nacimiento a que se produzca un ensamblaje exitoso, pero no lo impone, lo deja al azar. El diseño de Dios también permite que nazcan humanos con defectos, horrendos o no.

(i) Dios ha diseñado la preñez como proceso que culmine en dar vida y por ello se puede suspender el proceso en su breve inicio a pocos días de la cópula (dentro de las dos primeras semanas) cuando es imposible que el feto viva (solamente va a empezar a vivir después de varias semanas). Dios da vida al feto después de haber comenzado el proceso, una vez producido el ensamblaje hasta el momento necesario de inicio de vida del nuevo humano. Completado el ensamblaje puede nacer el nuevo humano para empezar su  vida terrenal, salvo percance fortuito permitido también por Dios.

Escudriñando este tema se recuerda que: todos los países y la ONU promueven el uso de contraceptivos; que la ley promueve al humano castigándolo por daño a sí mismo o a otra persona; y que la palabra «derecho» puede ser también reconocible como habilidad para promover vida. Así resulta incompatible el ansia por tener derecho al aborto junto a la insistencia en eliminar a un sujeto de derecho, basándose en desconocer el derecho a vivir que tiene la victima del aborto (inconsistencia que no hay en el caso de suspensión). Por tanto, no es defendible la aspiración a tener derecho al aborto. Solo hay derecho a la suspensión y a la decisión médica según la ley, además de que se puede usar preservativo de acuerdo con las normas de los países y de la ONU. Esta entidad mundial además ha hecho publicaciones para ayudar a entender temas relativos al aborto y a enfermedades sexuales y para contribuir en la lucha contra esas enfermedades.