Carta abierta a todos los partidos políticos

Una vez que la señora María Corina Machado sea elegida presidenta, el país va a seguir asumiendo que ella adoptará decisiones eclécticas, teniendo en cuenta que cualquiera sea la preferencia doctrinaria de quienes gobiernen en Venezuela, el presente y futuro se enmarcan en su realidad:

• el país tiene tierra suficiente para cultivar;
• tiene fuentes para producir, comerciar, y exportar, particularmente lo agropecuario que es eterno;
• tiene petróleo para venderlo a Estados Unidos exclusivamente porque es del tipo que más le interesa a dicho país;
• tiene gas y otros minerales para sustituir los ingresos del petróleo cuando éste ya no se use;
• tiene países amigos para ampliar la CAN y compartirla como el mejor emporio de recursos naturales del planeta, a subiendas de que Suramérica debe conformarse de tres países: Argentina, Brasil y la CAN Ampliada (CANAM) -pero en el entendido de ser un bloque de países independientes, cada uno con voto en la ONU, pero un solo ente factual- pues Guyana, Surinam y el pedazo de la Francia todavía colonizadora, se encajan dentro de Caricom);
• la discrepancia con Guyana se puede resolver amistosamente, recordando que, al independizarnos, los usurpadores foráneos imperialistas fueron expulsados por nosotros los herederos de los primitivos habitantes, que así recuperamos las tierras usurpadas en todos los países, incluyendo Guyana. Quedaba por hacer arreglos fronterizos. Esto es lo que nos falta lograr con Guyana, a sabiendas de que ambos países compartimos tierras de nuestros ascendientes. Si el arreglo lo basamos en leyes de los usurpadores, le estamos dando validez a esas leyes (como las demarcadoras de frontera) que son inválidas porque fueron impuestas por un falso derecho de conquista que nunca tuvieron, porque ese derecho nunca ha existido porque la conquista es resultado de guerra impuesta por usurpadores.

Guyaneses y venezolanos tenemos que reconocernos como lo que somos: vecinos usurpados que nos corresponde trazar una línea fronteriza en nuestras respectivas tierras, que sólo los venezolanos y guyaneses sabemos reconocer como nuestras. Reconozcámoslas y vivamos como buenos vecinos. Venezuela sólo necesita consolidar un breve trazo marítimo, pues no le interesa riquezas que necesita Guyana.