Foto: Archivo
Distinguidos representantes:
Los militares venezolanos que no están de acuerdo con el mantenimiento del actual régimen o que no apoyan su eterno abuso pueden actuar para (i) interrumpir a los usurpadores del gobierno que descalabran al país, y (ii) apoyar el regreso de Edmundo González Urrutia para que se juramente como presidente.
Dicho acto militar no es un «golpe de Estado», pues procede en cumplimiento de factura constitucional, que además tiene previo seguro apoyo de la inmensa mayoría de los venezolanos que votaron contra el régimen y en favor de Edmundo González Urrutia.
Pero se puede decir «acto de restauración democrática» para identificarlo (contrario a «golpe de Estado»).
Este acto de restauración es raro porque no nace en el lado civil político (aunque sea sugerido en un escrito de prensa) y no se ha producido en muchos países ni en Venezuela (salvo en el «Carmonazo», que no es estrictamente referible).
Se puede esperar que se celebre un acuerdo de países del Nuevo Mundo que permita la entrada de militares a uno en donde ocurra una usurpación que controla el gobierno. Este acuerdo se puede celebrar por cuantos países lo quieran firmar, pero aplicable a todos (y esto puede encontrar recelos que retarden su firma).
No será fácil que se repitan circunstancias como las actuales, dentro de las que se puede producir otro «acto de restauración democrática» en Venezuela, que sea solo militar (un acto como este es más fácil que se pueda producir como acto cívico-militar).
En esta etapa los venezolanos continuamos alerta de la realidad inconstitucional que está azotando nuestro país sin gobierno legítimo, en la que todos los venezolanos conscientes -que somos la inmensa mayoría- no vamos a dar un paso atrás que pueda contradecir esta posición que es vital.
El régimen no está facultado para actuar constitucionalmente ni legalmente y que todo lo que hace es inválido porque es hecho con apoyo arbitrario de bandas civiles y de ciertos militares que usan ilegalmente las armas que son del Estado, porque no son propiedad de los militares y estos no las deben usar para apoyar a quienes falsamente gobiernan.
Lo que parece más realista es que los opositores logremos convencer a los demás países (menos Cuba y Nicaragua) sobre la necesidad de hacer muy pronto el acuerdo militar antes mencionado, aunque no participe Venezuela, porque se puede aplicar a todo país del Nuevo Mundo, aunque no haya firmado el acuerdo.
Con mi mayor consideracíón.
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