Se repite a diario en muchos canales de televisión que forman parte de la matriz de cables y satelitales, una propaganda donde el más representativo y ficha principal del noticiero internacional de CNN en Español, José Levy, es parte de una propaganda sobre tolerancia e intolerancia.
José Levy, quien ha cubierto acontecimientos desde 1989 en Jerusalén, expone claramente su opinión sobre ello. La intolerancia es el Holocausto. Él, como hijo del pueblo de Jesús, sabe lo que es la crucifixión. En este tiempo hasta a los herederos del trono de san Pedro se les olvida. No es ninguna novedad, desde los años 300 Domini hasta el siglo XV, la Iglesia Católica cometió las más grandes atrocidades en nombre de Jesús, olvidando las virtudes teologales: Humildad, Caridad, Castidad, Gratitud, Templanza, Paciencia y la Diligencia. Quizás fue la razón para que san Gregorio Magno, en el siglo VI, enumerara los siete pecados capitales: Orgullo, Avaricia, Lujuria, Envidia, Gula, Ira y Pereza. Lo de las llamas del infierno y todos los innumerables sufrimientos, los inventó el más grande de los poetas: Dante.
Levy expresa: La intolerancia es el Holocausto. ¡Al parecer la tolerancia también!
Los países de la UE han sido el acuífero necesario para la sed migratoria de los países árabes, subsaharianos y asiáticos. 25 millones de musulmanes viven entre los veintiocho países o algo así, miembros de la UE. La historia dice que cuando emigraron en busca de trabajo, resultaban necesarios para que los sectores calificados como “difíciles, sucios y peligrosos” tuvieran una alternativa laboral.
En los años ochenta ya no eran simples inmigrantes. Eran musulmanes de Marruecos, Pakistán o Turquía, eran musulmanes de cada región donde se radicalizó la religión y por esa razón se fueron en desbandada buscando una vida diferente. La vida, y su forma de comportarse en sus naciones no les permitía las libertades civiles que proclaman las ONU. Por eso huyeron, por eso emigraron, por eso fueron objeto de persecución. Querían una vida en democracia y libertad. Al parecer. ¡No!
Los inmigrantes practicantes de la religión musulmana, al parecer solo querían una pequeña nación donde imponer sus reglas. Una nación familiar. Un país con dominio geográfico en torno a su barrio, en su pequeño urbanismo, o en esa delimitación topográfica liderada por ellos mismos, sin democracia y sin derechos civiles.
Juan José, y discúlpame la confianza para tutearte. Millones de musulmanes han emigrado de sus países por diversos factores. Han buscado la libertad y el respeto a sus derechos humanos en cientos de países. Una gran mayoría ¡No respeta las tradiciones ni las normas en los países donde han sido bienvenidos! y al contrario, las vulneran. Pretenden a la fuerza, confiscar el espacio familiar o vecinal que les rodea, para ser pequeños dictadores teológicos en ese entorno.
Sr. Levy, quizás nunca lea este artículo. Eso no es importante. ¿Sabe qué es importante? Interpretar erróneamente un acontecimiento social mundial. Quienes integran los países en democracia de la UE, no pueden permitir que inmigrantes tengan un círculo con leyes diferentes a las del país donde habitan y menos si son semejantes a las del país de donde huyeron. ¡Mi país, mis reglas!
Los alemanes que viven en pequeños pueblos ya no disfrutan de la paz ni de la tranquilidad de antes. España se ve afectada por inmigrantes inmorales y violentos. Israel es atacado nuevamente. Ucrania vive y sufre una invasión por puro capricho.
La violencia no conduce a nada, la libertad con derechos y sin ningún tipo de deber y con inmoralidad absoluta o relativa tampoco mi apreciado amigo. Estoy completamente de acuerdo contigo Jose: La intolerancia conduce al Holocausto. Pero parece tolerar tanto libertinaje mundial. Tolerar la profanación de las libertades religiosas de los países donde se les permitió a perseguidos formar un hogar. Trae las mismas consecuencias que la intolerancia.
No se les debe permitir libertades civiles y religiosas a quienes nunca las permitirían. Que se queden en su país, licenciado. Porque tanto libertinaje tolerante está destruyendo al mundo. ¡Al parecer, la antigua y eventual provincia de Judea, durante el gobierno de Poncio Pilatos, es uno de los tantos lugares intolerados por quienes tanto queremos tolerar!
@CarluchoOJEDA
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