OPINIÓN

Carretera a fuerza de cabillazos

por Antonio Guevara Antonio Guevara

Cabillazo de salida

Un largo y tortuoso camino es lo que se avizora y le queda por delante a una candidatura opositora con opciones de vencer, hasta lograr superar todos los obstáculos que le emboscará el régimen para impedirle llegar hasta el final. Esa ruta, desde este momento en que se está recorriendo el país hasta que una banda presidencial le cruce el torso a esa aspiración, estará sembrada de todo género de murallas oficiales para retardar, negar, limitar, canalizar y en última instancia destruir la posibilidad de la llegada al poder y materializar un cambio político en Venezuela después de 24 años de revolución bolivariana. Lo han advertido desde las más altas esferas del poder político. ¡No volverán! es su lema de vanguardia. Y hay que tomarlos en serio y prepararse.

A la manera de las más insólitas alcabalas que se establecen en las carreteras de Venezuela y con los torvos mecanismos para matraquear –una factura para justificar un destornillador, por ejemplo– la autoridad central en la nomenclatura roja rojita puede empezar a poner esa candidatura en el clásico y coloquial “oríllese a la derecha” y pedir todo tipo de papeles para impedir su circulación hasta tanto no se baje de la mula en la última instancia del recorrido. Esa donde el ciudadano es esquilmado groseramente por el policía o el guardia nacional, después de lanzarle el consabido ¿cómo arreglamos esto? Hay que prepararse al detalle para ese recorrido. Y la mejor salvaguardia es el apoyo popular engranado a la previsión. La reacción de la gente con todas las prevenciones notificadas. Nada debe dejarse a la improvisación. Y sobre este planteamiento general vamos a jalonar ese itinerario desde este momento hasta la transición con el aldabón de un planificador que siempre va a oponer la peor hipótesis. Asumiendo que esa candidatura llegará hasta el final. Y el final no es el mes de diciembre de 2024 con las elecciones presidenciales. Va un poco más allá.

Cabillazo de primarias

La primera fase se grafica desde hoy en que usted amigo lector lee esta crónica, hasta el 22 de octubre de 2023, fecha de las elecciones primarias dentro de la oposición. Será un periodo bien accidentado e incierto. Las emboscadas para esa candidatura se montarán desde lo interno de la oposición y el régimen dejará que ese asunto sea solucionado “entre ellos” mientras proporciona las armas, los lugares y los francotiradores previamente seleccionados y entrenados desde el palacio de gobierno. Del lado oficial se dejará estirar la cuerda convenientemente, controlando cualquier maniobra de la candidatura que limite o restrinja el control de la situación. La atomización del apoyo opositor en la calle, distribuido entre todo el grupo de aspirantes, es una ventaja operativa del régimen que puede permitirse un golpe de mano de apariencia legal para inhabilitar la candidatura o para deslegitimar el desarrollo del evento de las primarias con o sin la participación del CNE. Es oportuno para encajonar este texto hacer una referencia que muy bien puede servir de orientación de que todo es posible y mucho más en revolución. En la campaña electoral para las elecciones presidenciales de 1978, el aspirante social cristiano el doctor Luis Herrera Campins en uno de esos intercambios de calle con el pueblo, tuvo un descuido en uno de los anillos de su seguridad y recibió un soberano cabillazo en la frente. Estamos en revolución o en guerra, como lo farolean los mismos rojos rojitos. Ante un acto de violencia contra esa candidatura que está en la calle, una inhabilitación o una caída y mesa limpia en las elecciones primarias, esa respuesta masiva que se está dando en las movilizaciones para la campaña ¿se verá también ante una contingencia como las relatadas? Hay que registrarlo. La iniciativa en la convocatoria debe de partir de la candidatura. Y hay que llegar hasta el final a pesar del cabillazo.

Cabillazo de presidenciales-La campaña electoral

La segunda fase será más clara para la candidatura. Tendrá un poco más despejado el camino interno. Deberá lidiarse en lo inmediato para amarrar los apoyos de los otros factores que se asumieron como contendientes en la selección del 22 de octubre de 2023. Líderes y seguidores. En esta etapa las emboscadas serán más seriadas y con una mayor amplitud. El fuego será más cerrado y nutrido. Las armas mejorarán en calidad y cantidad, los lugares se ampliarán en todo el territorio nacional con el despliegue y la maniobra de todo el poder popular y los francotiradores rojos arrimarán a los despechados azules de la derrota de la primera etapa, quienes apartados de cualquier escrúpulo harán todo lo necesario para que la candidatura no avance y se apague. El régimen afinará mayores procedimientos para frenarla y favorecer a otras que no pasaron por el mecanismo interno de la oposición en las elecciones primarias o para quienes tengan mayor posibilidad de erosionar electoralmente a esa candidatura. La latencia de la inhabilitación, de la asociación con un evento de terrorismo, de traición a la patria y otros de cualquier tipología sobrevenida a que acostumbra el régimen usurpador para quitarse de encima a los enemigos políticos, se mantendrá en el aire. En ese camino el CNE hará sus acostumbradas movidas con el registro electoral para desplazar electores, dividir circuitos y otras decisiones que favorezcan en los resultados al régimen. Ante la materialización de alguno de estos ítems, la candidatura deberá hacer las denuncias correspondientes y convocar el apoyo popular en la calle y asumir en vanguardia, el liderazgo. Hay que llegar hasta el final… a pesar de cualquier cabillazo legal y político.

Cabillazo del Día D y la Hora H – (Día de elecciones)

Así se llama en el Plan República este lapso que se inicia con la instalación de las mesas el viernes anterior al día de las elecciones. Este segundo impulso se cierra 48 horas antes del primer domingo de diciembre de 2024, fecha de las elecciones presidenciales. Específicamente el 28 de noviembre. Ese día, el padrón electoral opositor debe haber cubierto el 100% de las mesas electorales y sus centros, la logística de apoyo debe haber sido establecida en todo el territorio nacional y desde cada parroquia, municipio y estado deben haberse establecido salas para que reporten en tiempo real toda la situación electoral a otra central en Caracas, para mantener informada a la candidatura y se puedan tomar decisiones viables, oportunas, pertinentes, necesarias y proporcionales los días de constitución y funcionamiento de las mesas. El día de la elección presidencial toda la maquinaria operativa y logística para el soporte de la candidatura debe estar a punto con todas las informaciones de lo que está ocurriendo en el centro electoral del caserío Palo Sano mesa 1 parroquia San José de Unare en el municipio Pedro Zaraza estado Guárico y en la mesa número 1 centro de votación Manuel Piar parroquia Imataca del municipio Casacoima del estado Delta Amacuro; con reportes precisos y con decisiones que puedan permitir llegar hasta el final… a pesar de los cabillazos que lloverán. Especialmente mientras están abiertas las mesas.

Llegar a una tercera etapa significa haber superado el lapso incómodo de la baranda del CNE y los consecuentes anuncios de los resultados. El régimen ha mantenido dentro de sus posibilidades tres líneas gruesas para las que se ha preparado después de los eventos del 11 de abril de 2002. En primer lugar, mantenerse en el poder por encima de la norma constitucional. Lo está haciendo. En segundo lugar, recuperar el poder inmediatamente en caso de perderlo (modelo 11 de abril de 2002) y tercero, si no pueden regresar a Miraflores inmediatamente, pasar a una etapa de guerra popular prolongada. Lo han ensayado desde hace 20 años y se han organizado para eso. Hay que estimar eso para poder llegar hasta el final y evitar cabillazos sorpresivos.

Cabillazos al presidente electo

Este ciclo desde la medianoche del 1º de diciembre de 2024 hasta el 2 de febrero de 2025 será sobremanera crítico. ¿Cómo se nuclearán las fuerzas democráticas venezolanas para defender los resultados de la soberanía popular expresada en las elecciones presidenciales? ¿De qué manera los liderazgos de los partidos políticos saldrán a la calle a respaldar a la candidatura declarada en victoria por el CNE? ¿Ya tienen medidos los alcances de los potenciales movimientos del ministro de la defensa y los miembros del estado mayor superior de la FAN ante unos resultados electorales adversos al régimen rojo? La respuesta de la institución militar ese mismo día será un sonoro y contundente cabillazo que trascenderá hacia el futuro. Eso no se solventa con cartas y llamados en redes sociales hacia el Fuerte Tiuna, requiere de acción. ¿Cómo enfrentar el llamado poder popular en las unidades de batalla Bolívar-Chávez y las movilizaciones que tienen planificadas para impedir el cambio político en Venezuela? Esas decisiones recaerán en la candidatura ya reconocida por el CNE frente a un diseño pregonado y que todos esperan, de llegar hasta el final.

Cabillazo al presidente en ejercicio

La etapa inmediata es una en la que la inestabilidad, la ingobernabilidad y la violencia tienen una alta probabilidad de ocurrencia y allí la cabilla habrá cambiado de mano y necesariamente debe ejercerse en su uso desde un sentido y espíritu constitucional con el objeto de llevar a la nación a las comarcas de la democracia, la paz, la libertad, la independencia, la soberanía, la vigencia de la carta magna y el estado de derecho, y fundamentalmente recuperar la unidad de la nacional. Eso es lo que está esperando la gran mayoría de los venezolanos. Que lleguemos hasta el final de la carretera. Pues, que así sea.