El documental de Carlos Oteyza ahora en cartelera CAP inédito: Conversaciones desde la soledad, revela los últimos años y días políticos del expresidente.
Mostrando una objetividad impresionante, no hay adjetivos calificativos de sobra. Es la historia final de CAP dura y pura. Un líder curtido, abandonado hasta por su partido, que se aprecia dando la batalla política hasta sus estertores. El propio expresidente deja claro que a partir de su adolescencia no ha hecho otra cosa que entregarse de lleno a la vida política.
Sometido a una persecución implacable, batalla contra dos juicios, el primero por el manejo de la partida secreta para atender temas de seguridad de la nicaragüense Violeta Chamorro; el segundo, por unas presuntas cuentas mancomunadas con Cecilia Matos. Visto lo que ha pasado con el entorno familiar y los enchufados que hoy usurpan el poder, a partir de la República Civil, en CAP culpable o inocente, se observa en comparación a un niño de pecho o cuando más a uno que está haciendo su primera comunión.
De la cinta destacan las proféticas palabras de CAP señalando el retorno a la autocracia y al militarismo con el triunfo de Chávez. CAP también en un discurso que es eje central de la obra, defiende los 40 años democráticos como un todo, dejando de lado parcialidades y reconcomios históricos.
En dos momentos de la película grupos disímiles de clase social le manifiestan repudio y animadversión. El primero cuando va a votar por última vez en un centro electoral de Prados del Este, y la gente lo pita a la entrada y a la salida; y el segundo, cuando unas turbas populares chavistas pretenden irse contra él, arremetiendo contra el parlamento electo.
Los que nacimos en democracia, creíamos que esta iba a ser para siempre. Nos acostumbramos a que cada cinco años de manera alternativa el pueblo elegía un nuevo presidente. Así planificamos incluso nuestras vidas. A partir de la llegada de Chávez, como lo muestra el documental, hay atisbos de que la permanencia es a costa de cualquier medio, un fin en sí mismo. La elección de la Constituyente de 1999 deja en evidencia que con tan solo 65,8% de los votos, el gobierno obtiene 95% de las curules. A partir de la artimaña, el asalto a los poderes públicos y el control absoluto del Estado: gobierno y administración.
Refiriéndose a lo que nos sucedió, Oteyza destaca una frase de CAP que resume lo que ocurrió con los golpistas que terminaron asumiendo el poder por el voto popular: “La democracia tiene una virtud que a veces es un grave defecto, que admite en su seno, hasta a quienes pretenden destruirla”. Y así fue que quienes conspiraron contra la democracia y trataron de tumbar a CAP, terminaron con el apoyo de buena parte de las élites, de la clase media y del pueblo, ganando con 56,20% la elección presidencial.
@OscarArnal