OPINIÓN

Candidato ganador

por William Anseume William Anseume

inhabilitaciones opositores Edmundo González Urrutia

Me complace enormemente la afortunada selección del candidato a la Presidencia de la República, Edmundo González Urrutia, por parte de la Plataforma Unitaria Democrática.

La selección es extraordinaria y coloca, en términos boxísticos, al régimen nefasto de Nicolás Maduro contra las cuerdas. La reacción no ha podido ser peor por parte del régimen ya mencionado. Adueñarse también de los símbolos y la tarjeta de Primero Justicia, del partido, como si una agrupación humana la constituyera básicamente la imagen y no sus miembros, es una primera reacción muy negativa, que da cuenta de la tesitura macabra en términos políticos de estos rojos cada vez más desteñidos.

La otra reacción ha sido pensando no en estas elecciones presidenciales, que desde ya se encaminan a una monumental victoria unitaria, sino en las regionales: continúa la violencia política, que no es sólo colocar niples o volar trenes, al inhabilitar, vía Contraloría a varios posibles candidatos, especialmente mirandinos, como si en Miranda, al igual que ocurre en las presidenciales, no hubiera destacadas personas decentes para ocupar los cargos que se van a elegir. Otro pelón para el desesperado «gobierno».

La comparación entre los dos candidatos de la confrontación abierta resulta improcedente. Se está polarizado así de tal modo el ambiente político que los demás son sólo referencias anuladas que medran por un espacio que simula no ser prodictatorial.

Edmundo es egresado de nuestra Universidad Central de Venezuela. Ese mínimo dato basta para el evidente contraste. Contraste académico que se nota en el modo de proceder y de hablar del actual candidato, líder evidente ya en las encuestas. No quiere decir que otros egresados y profesores no «profesen» vinculación canalla con el régimen, sólo que media una distancia insondable entre este ucevista y los pistoleros de Puente Llaguno, por ejemplo. Resulta admirable su ponderación.

Pero lo que más me llama la atención de su mínima participación pública es el indispensable llamado a la reconciliación de los venezolanos sin lo cual se imposibilita la  necesarísima transición. González Urrutia representa el rumbo hacia la democracia, a la libertad, al trato digno y a la dignidad del cargo presidencial. Todo esto olvidado oficialmente en la Venezuela actual. Su rostro afable brinda seguridad a la mayoría de los votantes para quienes es esencialmente un desconocido. Bravo por este resultado que combina bien la necesidad de la unidad con la estimulación de la esperanza sólida de derrotar al régimen por la vía electoral. Le costará a quienes están ejerciendo el poder zafarse de esta jugada maestra de la verdadera oposición. La falsa ya sufre los embates de sus errores. La ciudadanía está más clara que nunca respecto a lo que quiere. Todos con Edmundo a buscar y cuidar los votos. Lo que falta para concretar el inicio de la transición.