OPINIÓN

Canasta básica sube por el ascensor a $523 y sueldos de trabajadores por las escaleras apenas llegan a $40

por Rafael Narváez Rafael Narváez
Piden convertir a la banca y al mercado de valores en motores para la recuperación económica en Venezuela

Rayner Peña / EFE

Al Estado en nada le importa el bienestar social y calidad de vida de los venezolanos; su política es mantener la pobreza.

No puedo más que condenar la conducta indolente por parte del Estado en contra de 80% de los venezolanos que se siguen hundiendo en la pobreza sin que haya una reacción con políticas económicas que frenen esta feroz hiperinflación que unida al dólar paralelo y oficial causan estragos en el estómago de los menos pudientes.

Cuando revisamos el monto de la canasta básica en 523 dólares con sueldos miserables y pensiones de hambre tenemos que concluir que estamos en presencia de un Estado intoxicado de poder, con hambre de seguir, sin importarle quién come y quién no.

El Estado se ha convertido en una máquina para producir y aumentar la desigualdad social en el país, depredador de los derechos humanos y garantías constitucionales, haciendo uso de una Constitución que no es la aprobada en el año 1999.

Solo quiero recordar que mantener a un pueblo en crucifixión, sin derecho a reclamar porque quien lo haga va preso, es un «crimen» que aumenta las razones al fiscal de la CPI, Karim Khan, para avanzar