Camino a tientas
Por el borde los precipicios
Sobre la terrible
Sensación vertiginosa
De los
Acantilados
En esta república de tristes
De espectros famélicos
Aturdidos
Sonámbulos
Desorientados
Camino a tientas
Por entre los escombros y detritus
calcificados por el
Sol quemante del
Mediodía congelante de las sonrisas
Tiernas macabras
De los gamines
Envejecidos
Avejentados por tifones de la hambruna planificada inducida por los
Heréticos sacerdotes de la iglesia roja que
Celebra sus festines sanguiñolentos que escancian sus
Cálices mortuorios de otro mundo aquí abajo
En el inframundo de los días efímeros.