COLUMNISTA

Caminante no hay camino y algo más

por Eddy Reyes Torres Eddy Reyes Torres

 

El poema del español Antonio Machado (1875-1939), antesala de mi artículo de hoy, es de belleza sin igual: “Caminante, son tus huellas/ el camino y nada más;/ Caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar./ Al andar se hace camino,/ y al volver la vista atrás/ se ve la senda que nunca/ se ha de volver a pisar./ Caminante no hay camino/ sino estelas en la mar”.

Nadie sabe lo que depara el futuro. Con sus altos y bajos, los venezolanos vivimos una coyuntura singular durante el periodo que va de la presidencia constitucional de Rómulo Betancourt al segundo gobierno de Rafael Caldera. Lo peor que pudo acontecer en dicho lapso no se compara, ni de lejos, con lo que se ha experimentado a lo largo de las gestiones de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros. De hecho, durante el intervalo que se inició con Betancourt y concluyó con la segunda presidencia de Caldera los venezolanos no emigraron; este fenómeno apareció con la “revolución bonita”, la misma que al día de hoy se ha transformado en un terrible tormento.

Después de la pasada elección presidencial, que el régimen dice que ganó, Venezuela llegó al punto de no retorno. La salida de más venezolanos se ha puesto de manifiesto y el silencio de nuestros compatriotas es brutal. Así las cosas, lo imprevisto puede pasar. Las agujas del reloj no se detienen y el tictac no deja de estar presente. A lo lejos ya se oye que “ese día llegará, llegará, llegará”. Es lo que sueña y espera la mayor parte de nuestros compatriotas.

Ahora me voy a descansar, sin dejar de pensar en los muy queridos Don Quijote y Sancho Panza.